Caballo amazigh: tradición ecuestre en el norte de África
Los caballos árabes necesitan y buscan un jinete fuerte. Entonces surge una conexión única entre jinete y caballo.
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Caballo Barb: tradición en el norte de África
La tradición ecuestre del norte de África se remonta a miles de años. Desde los primeros pueblos amazigh y las tribus árabes, la equitación fue una práctica muy presente en su cultura.
De talla media, dorso corto, proporciones armónicas, crines abundantes, cola espesa y cascos redondeados, la raza oriunda de esta región presenta un perfil recto o ligeramente convexo.
Criados para la guerra, estos ejemplares destacaban por su valentía, velocidad, resistencia y agilidad, cualidades que los convirtieron en monturas de élite.
Los caballos necesitan y buscan un jinete fuerte, seguro, y de esa interacción nace una conexión única entre ambos.
Hay historias creíbles de equinos que simplemente decidieron que su dueño es la única persona a la que aceptan como jinete, y lo mantienen.
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El caballo en la cultura magrebí
En Marruecos, Argelia, Túnez y Libia, el caballo ocupa un lugar central en festivales, poesías y celebraciones.
La famosa “Tbourida” marroquí, por ejemplo, es una coreografía que une habilidad ecuestre, pólvora y sincronía.
El caballo amizigh no es solo un animal; es un emblema cultural. En las localidades y ciudades, todavía se celebran concursos, exposiciones y espectáculos ecuestres que conservan su legado ancestral.
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Retos y modernidad
Con la llegada de la vida moderna, muchas tradiciones enfrentan desafíos.
Sin embargo, proyectos de preservación y escuelas de equitación continúan transmitiendo esta herencia a nuevas generaciones.
Amaya Rubio Ortega