El Dorado no existió, o quizás sí. Tal vez pueda encontrarse en diversos lugares. En la tradición oral de los pueblos originarios, entre las comedias de Voltaire, o bajo la selva más grande del planeta. 

Por eso, un reciente descubrimiento en la Amazonía de Ecuador revivió la leyenda de la ciudad fantástica rodeada de monte. 

Un equipo de arqueólogos, liderado por el francés Stéphen Rostain, reveló evidencias de cierta civilización prehispánica en el valle del río Upano.

Luego de 20 años de estudio y mapeo por láser, el grupo describió un complejo sistema urbano agrario que data de hace dos mil 500 años, el más antiguo y extenso de la región.

Su desarrollo destacó por la presencia de plataformas, plazas y grandes carreteras, con más de seis mil espacios rectangulares identificados. 

En total, los científicos contaron al menos 15 asentamientos de varios tamaños y explicaron que los pueblos Kilamope y, posteriormente, Upano, construyeron las estructuras entre el año 500 antes de Cristo y el 300 a 600 después de nuestra era.

“Muchos de estos hallazgos son otro ejemplo vívido de la subestimación del doble patrimonio de la Amazonía: ambiental pero también cultural y, por lo tanto, nativa", afirmó el profesor galo.

Un vasto territorio llamado el Dorado, donde la gente vestía cubierta de oro, quizás solo sea una fantasía, un mito que nos recuerda la existencia de miles de sociedades aún invisibilizadas.