Monasterio de San Hilarion, un tesoro en peligro del fuego en Gaza
La Unesco otorgó una “protección reforzada provisional” en medio de la actual incertidumbre.
Bajo el estruendo de las bombas, los mosaicos y muros resisten en el monasterio Tell Um el Amr, a la orilla sur del Wadi Gaza, en Palestina ¿Será que las huellas de un antiguo ermitaño aún los protegen o es que sus peregrinos cristianos viven haciéndole juego a la esperanza?
Con el objetivo de salvaguardar este tesoro, la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura concedió una “protección reforzada provisional” en medio de la actual incertidumbre.
El complejo arquitectónico narra la historia del monje Hilarion, nacido en tierras paganas y conocido por su elocuencia.
Las colecciones del sitio relatan que el joven conoció a la figura de Antonio Abad, fundador del movimiento eremítico, en el desierto de Sinaí.
Al regresar a sus tierras, el muchacho repartió todas sus pertenencias entre los pobres y en el año 306 levantó una choza cerca de Maiuma.
Su forma de vida atrajo a miles de seguidores, muchas de ellos obispos, presbíteros, clérigos, monjes y hasta nobles damas.
El museo atesora un sinfín de joyas, como los baños habilitados hasta el período Omeya (siglo VII-VIII después de Cristo) o un mosaico de la época bizantina.
También allí, reparados con amor, encontramos los vestigios de cinco iglesias, los santuarios y muros que rodeaban las construcciones y erigían los templos.
Junto a todo esto, algunos hablan del hallazgo del cadáver de Hilarion, desaparecido tras su muerte en Chipre y, según dicen, trasladado por sus discípulos a Gaza.
Hoy el sitio mantiene el candor del primer monje de Palestina, incluso bajo el sonido de las bombas.