¿Cómo “Israel” acaba con una generación de artistas en Gaza?
Más de 40 artistas fallecieron desde el 7 de octubre en la Franja de Gaza. Para muchos, el verdadero objetivo de "Israel" es destruir todo una narrativa.
Son muchos. Van a trabajar, ninguno lleva un fusil ni una bomba, caminan por las calles de Gaza y saben que las hojas, los lienzos o el teatro reclamarán de ellos toneladas de atención. Nada anuncia todavía el fósforo blanco ni la sangre ni las partes de cuerpos que dejarán los misiles de “Israel”.
Desde octubre del pasado año, el sionismo perpetró un genocidio y resultó en el asesinato de 44 escritores, artistas y activistas, entre decenas de miles de civiles atacados.
Un informe reciente del Ministerio de Cultura de Palestina señaló que la guerra contra este sector es una constante, “con el verdadero objetivo de destruir narrativas para apropiarse de tierras y tesoros”.
La poeta Hiba Abu Nada, una de las mártires, falleció a los 32 años junto a su hijo en un ataque lanzado por "Tel Aviv" en Khan Yunis.
Algunas de sus últimas líneas rezaron: "La noche en la ciudad es oscura, excepto por el brillo de los misiles; silenciosa, excepto por el sonido del bombardeo; aterradora, excepto por la promesa tranquilizadora de la oración; negra, excepto por la luz de los mártires".
Siete años antes, obtuvo el segundo lugar en el Premio Sharjah a la Creatividad Árabe por su novela El oxígeno no es para los muertos.
En medio del estruendo de los misiles, la ocupación asesinó a la artista visual Heba Ghazi Ibrahim Zagout, de 39 años, y a su pequeño.
Muchas de sus obras tenían como centro a la mujer, la patria, la naturaleza, además de la mezquita de Al Aqsa y la Iglesia de la Natividad en Beit Laham.
Una agresión en el campo de refugiados de Nuseirat provocó el martirio del novelista y activista comunitario Omar Faris Abu Shaweesh.
Destacado por su compromiso con las causas juveniles, Abu Shaweesh cofundó varias asociaciones y obtuvo elogios tanto a nivel nacional como internacional.
Sus contribuciones literarias fueron significativas, con varias colecciones de poesía y una novela, Alā qayd al-mawt (2016), a su nombre.
También la reconocida dramaturga, actriz y especialista en teatro infantil Inas al Saqa resultó víctima de un ataque aéreo a finales de octubre junto con tres de sus hijos: Sara, Leen e Ibrahim.
Horas antes de morir, escribió en las redes sociales: "A veces miras hacia atrás para vislumbrar tu pasado... y descubres que saliste con vida de una masacre...".
Otro importante joven autor, Nour al Din Hajjaj, perdió la vida por el asedio contra su casa en Al Shujaiyya durante el pasado diciembre.
Su mensaje final fue: “No soy un número y no consiento que mi muerte sea una noticia pasajera. Di también que amo la vida, la felicidad, la libertad, la risa de los niños, el mar, el café, Fairouz, todo lo que es alegre, aunque todo esto desaparezca en el espacio de un momento”.
Hace unos días, el ensayista Ayman al-Rafati murió como resultado de una agresión en la calle Al-Jalaa al norte de Gaza.
Desde febrero de 2018, redactó decenas de artículos para Al Mayadeen, en los cuales abordó temas relacionados con la resistencia.
El último de ellos fue ¿Qué perdió el ejército israelí en el Diluvio de Al-Aqsa?, escrito minutos antes de fallecer.
Las bombas arrebataron sus cuerpos, pero en su tierra aún están los colores de sus pinturas, los sueños de difundir sus obras, sus últimos versos y el amor por un país llamado Palestina.