Un desayuno evidencia la tradición y el sabor del Líbano
El Manousheh, un delicioso pan tradicional libanés, es una pieza fundamental en los desayunos.
Tienen diferentes sabores: en dependencia de sus ingredientes, de su creador, de su región…lo cierto es que la famosa masa originaria del Líbano, nombrada Manousheh, es sumamente sabrosa para quien la deguste.
Por eso, los turistas de visita en Beirut insisten en comerla y los restaurantes de todo el mundo intentan replicar su receta.
Sin embargo, nada como estar allí, en un pueblo levantino donde este desayuno evoca las tradicionales reuniones conocidas como sobhiyya.
Quienes se dedican a su elaboración se levantan bien temprano para esculpir, trabajar, moldear con sus dedos la masa, y diferenciarla de la barra de pan.
Luego, agregan el tomillo, el zumaque, la sal y el sésamo, y mezclan con aceite de oliva para lograr un gusto distintivo y crujiente.
El olor de la cocción se eleva desde los hornos de metal o piedra, construidos con ladrillos refractarios o sobre una lámina de metal cóncava.
Una vez terminada la preparación, fruto de una receta antiquísima que perdura en el relato oral, los musulmanes recitan la Sura Al-Fatihah y los cristianos ofrecen sus oraciones en agradecimiento.
Hoy día, a la luz de la crisis económica y financiera sin precedentes en el Líbano, el precio del producto subió casi el doble de antes.
Aun así, la elaboración de este plato en pequeñas panaderías contribuye al desarrollo de las economías locales.
Son esta y otras más, las razones por las que la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura incluyó al Manousheh en la lista de Patrimonio Inmaterial de la Humanidad en diciembre pasado.
Después de todo, disfrutar del exquisito manjar hace inolvidable la estadía en la nación y también es un motivo de orgullo regional que alimenta otros continentes.