¿Por qué la Uneac fue y es un pilar para la cultura de Cuba?
Concluido su X Congreso, la Uneac sigue en la búsqueda constante de las alianzas entre sus miembros y resto de la sociedad en la protección y defensa de lo mejor de la creación.
Eran días de diálogos tensos, de miradas con lupas a un contexto marcado por hostilidades. Nacía la Revolución de Cuba y con ella muchos otros apoyos para transitar un camino lleno de complejidades.
Quedémonos con los debates, con la imagen de Fidel Castro, convencido de la importancia de salvar la cultura en un país. Con la fotografía del líder rodeado de artistas e intelectuales en el teatro Chaplin, hoy llamado Karl Marx.
Durante esas jornadas, antecedidas por conversatorios en la Biblioteca Nacional, el comandante y sus colaboradores promovieron el surgimiento de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (Uneac).
Entre tantos hombres y mujeres, representantes de todas las disciplinas: artes visuales, literatura, música… estaba parte de lo necesario para impulsar un nuevo proceso que aún era incipiente.
Ya pasaron 63 años desde entonces. Concluido su X Congreso, la Uneac sigue en la búsqueda constante de las alianzas entre sus miembros y resto de la sociedad en la protección y defensa de lo mejor de la creación.
Ahora, correspondió a los participantes trazar caminos para seguir los pasos entre un escenario inflacionario, donde la cultura cada vez precisa ser menos carga para el Estado, sin perder su esencia de pertenecer a todo el pueblo.
El Presidente Miguel Díaz-Canel reflexionó ante el auditorio sobre este tema, y abordó la importancia de prestar atención a las nuevas expresiones que surgen.
A lo largo de los encuentros, también hubo diálogo sobre programas gubernamentales, como la lucha contra el racismo y la discriminación racial, el adelanto de las mujeres y la resistencia a la colonización.
Muchos de los presentes recordaron el lema de “La Cultura es la Patria”, una frase del intelectual Fernando Ortiz que resume la necesidad que dio origen a la Uneac.