Brasil celebra desde hace 40 años mayor fiesta alemana de América
Cuando nació la actividad hace cuarenta años, ofreció un alivio al dolor provocado por las inundaciones de 1983 y 1984.
Los colores rojo, amarillo y negro pintan todo el mes de octubre en la Rua XV de Novembro, Blumenao, en Brasil.
Allí, en el norte del gigante sudamericano, cada año el pueblo convoca al Oktoberfest de Blumenau, la fiesta alemana más grande de América.
Quienes participan en el evento se convierten en protagonistas de grupos folclóricos, bandas, carrozas, y dedican días a la preparación de los desfiles.
Dicen que la infraestructura mejora año tras año, aunque las canciones permanecen inalteradas. Por eso, es fácil recordar:“…lava bem, lava bem…”, versos que pasaron de generación en generación en la memoria popular.
Cuando nació el jolgorio hace cuatro décadas, ofreció un alivio al dolor provocado por las inundaciones de 1983 y 1984.
Hace 174 años, un grupo de colonos de Alemania llegó a este lugar y construyó sus casas en estilo germánico con entramado de madera.
Con el paso del tiempo, sus descendientes sustituyeron los arenques del clásico plato Rollmops por mariscos locales, comenzaron a mezclar palabras en portugués y alemán, y celebraron las cosechas de la comunidad.
En la primavera austral, miles de turistas de diversas partes del mundo llegan a Blumenau. Estar cerca y no visitarlo sería imperdonable.