Como si no bastara con borrar la frase “los siete enanos” del título del filme Blancanieves (2025), Disney dio vida a los mineros protagonistas de la trama con imágenes creadas por computadora, en vez de trabajar con actores reales.

“La representación de la comunidad de personas pequeñas en la pantalla ya era reducida, pero usar la tecnología para encarnar nuestros personajes nos hace ver como criaturas míticas o gente irreal, lo cual contribuye a nuestra enajenación”, denunció la comediante y creadora de contenido Fats Timbo.

Esta activista consideró que la compañía cinematográfica perdió una excelente oportunidad de educar a los niños en lo que, probablemente, sería su primer acercamiento a personas con enanismo. 

Aseguró que dar a los artistas con la condición el papel que merecen hubiese sido una verdadera pieza educativa.

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Con ella coincidió el galardonado actor Peter Dinklage, al lamentar que en el siglo XXI la adaptación vuelva sobre la idea de siete enanos conviviendo en una cueva. 

Tras las críticas, Disney dijo haber consultado con personas con la condición, para evitar los mismos estereotipos de la película animada original.

No es la primera vez que los actores de baja estatura son pasados por alto en los filmes. 

Wonka, la versión de 2023 de Charlie y la fábrica de chocolates, empleó efectos especiales para encoger a Hugh Grant y convertirlo en Oompa Loompa; mientras el filme Blancanieves y el cazador, de 2012, reemplazó a sus mineros por personas sin discapacidad, como Ian McShane, Ray Winstone y Nick Frost.

Con un debut limitado en Los Ángeles y sin presencia en Leicester Square, este fue un estreno poco halagüeño para una Blancanieves que pretendía rivalizar con la adaptación de La Bella y la Bestia, de 2017.