Ihsan Al-Hafiz, inventor del primer refrigerador en Medio Oriente
Un trabajo arduo, acompañado de talento, le valieron a este sirio el éxito en pocos años.
Cualquiera puede pensar que enfriar el agua o fabricar cubitos de hielos es algo sencillo, y esa conclusión no es errada: hoy día son tareas muy fáciles, pero durante la década del 50 del pasado siglo representaban todo un desafío.
El ya fallecido creador sirio Ihsan Al-Hafiz fue testigo de aquel momento y, en ese entonces, creó el primer refrigerador doméstico en el Medio Oriente.
Un trabajo arduo, acompañado de talento, le valieron el éxito en pocos años, además del reconocimiento de la certificación de calidad ISO 9000.
Su historia comienza mucho antes, a finales de la Primera Guerra Mundial, cuando Al-Hafiz, aún joven, vendió materiales de carpintería y repuestos para diligencias en la ciudad de Homs.
Muy pronto quedó encantado con los automóviles y esa fascinación lo impulsó a aprender de mecánica hasta establecer su primer taller de reparación.
Fabricó algunas piezas industriales para máquinas textiles y alimenticias, tantas, que incluso colaboró con el ingenio azucarero de la urbe.
En 1951, Al-Hafiz montó el primer frigorífico comercial para la elaboración de helado árabe y empleó maquinaria diferente a los sistemas extranjeros.
La innovación no pasó desapercibida. Durante 1960, recibió un certificado de la Exposición de Refrigeración de Chicago que le permitió difundir su experiencia más allá de su país, en otras naciones árabes.
Al-Hafiz dejó una herencia a sus sucesores: "No basta con crear, hay que seguir brillando".
Pese a su fallecimiento en 2005, Al-Hafiz Company continuó al día de los avances en el campo de los electrodomésticos.
Desarrollo, producción, rendimiento, técnicas. Bajo esas premisas compiten con las novedades mundiales y producen hasta refrigerantes ecológicos.