Italia vivió uno de los días más complicados en las últimas décadas, con inundaciones, tornados y granizo en el norte, calor e incendios devastadores en el sur, señaló el ministro de Protección Civil, Nello Musumeci.

En un mensaje divulgado desde sus redes sociales, el funcionario expresó que el cambio climático golpea al país y obliga a todos, sin excepción, a cambiar de actitud.

Según recordó, las fuertes tormentas afectan varias regiones septentrionales y las altas temperaturas e incendios aquejan la zona meridional.

“En este momento hay que intentar salvar lo que se puede salvar, es una coincidencia de elementos que hace que la situación sea muy compleja”, añadió el titular. 

También viajó a Catania, en la sureña región isleña de Sicilia, donde la temperatura alcanzó el lunes los 47,6 grados centígrados.

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Por otra parte, de acuerdo con la publicación especializada IconaMeteo, las fuertes lluvias y vientos de 100 kilómetros por hora complicaron el escenario en la norteña ciudad de Milán, región de Lombardía. 

Las caídas de árboles causaron dos muertes, la de una joven de 16 años en un campamento de exploradores en la localidad de Val Camonica, y de una mujer en la comunidad de Lissone. 

Mientras, la intensidad de las precipitaciones y el colapso de los techos mantienen en vilo a la población, según declaró el alcalde milanés Giuseppe Sala.

En el otro extremo del país, la sureña urbe de Palermo sufrió afectaciones por las llamas y el aeropuerto local permanecerá cerrado hasta el día 11 de agosto.

El fuego también alcanzó las áreas sicilianas de Messina, Catania, Agrigento y Enna, así como en las zonas de Reggio y Cosenza de la vecina Calabria, y en la de Foggia, en Apulia.

Italia no es el único país del Mediterráneo en esta situación, otros como Grecia o Argelia también combaten las llamas avivadas por las olas de calor en el hemisferio norte.