Recursos naturales en el Sahara: ¿suerte o maldición?
El desierto alberga una gran variedad de recursos, como petróleo, gas, uranio, oro y agua. Sin embargo, ¿su gestión es siempre responsable y sostenible?"
¡Exploten en el Sahara! La orden la dan las empresas occidentales usando su dinero, pero también puede proceder de compañías regionales. La mayoría de ellas no piensa en el desierto ni en su gente.
Gente que tiene poco y que, por mucho que trabaje, a veces en condiciones precarias, les resulta muy difícil salir de la pobreza y la inseguridad.
Frente a esta situación, en la cuenca de Murzuq, en Libia, tanto firmas nacionales como italianas extraen petróleo. Hasta hace unos años, obtenían 300 mil barriles al día.
En la región del Sahara Occidental, disputada entre Marruecos y el Frente Polisario, muchos hablan sobre la presencia de combustible, pero los resultados concretos no lo confirman.
Túnez cuenta con una cantidad significativa de recursos energéticos, aunque “no en grandes áreas”, aseguran las autoridades.
Sin embargo, tanto en el pasado como en la actualidad, compañías y organizaciones brindan asesoramiento sobre esas inversiones en tarjetas de crédito.
Muy lejos de allí, en Mali, un gran número de extranjeros busca controlar los minerales del norte bajo el pretexto de combatir el terrorismo.
Amplias áreas de Níger albergan depósitos de uranio, pero también enfrentan desafíos relacionados con el aprovechamiento estas zonas.
Todas ellas contribuyen a la producción en términos de energía nuclear de tres cuartos de electricidad de Francia, a pesar de los grandes peligros que supone.
Mauritania es el segundo mayor productor de oro en el mundo árabe, después de Sudán, la principal reserva durante las últimas décadas.
Sahara también dispone de recursos ganaderos, aguas subterráneas y posibles reservas para el futuro.
En este lugar del mundo, los extranjeros usan las riquezas y se convierten en propietarios exclusivos. Alguien debería indagar en su vergüenza.