Sembrar tomillos, una forma de resistir en Palestina
En Palestina, el tomillo va más allá de aromatizar platos: es una herramienta para expresar el derecho sobre las tierras usurpadas.
Para algunos, el tomillo es un condimento que realza el sabor de las carnes; para otros, una medicina natural. Para unos, su aroma resulta ideal en la limpieza. Para otros, ese cultivo es una forma de resistir frente al colonialismo.
Unamos, entonces, el lazo para agarrar esta hierba llena de misterios. ¿Hace cuánto se emplea? ¿Qué significa en Palestina? Apretadita, bien enraizada, está su historia. ¿Alguien la podrá ocultar?
Los arqueólogos rastrearon las huellas del primer ejemplar de esta especie en la época de los sumerios hace más de tres mil años, y los antiguos eran conscientes de los sorprendentes beneficios de esa planta.
A lo largo del tiempo, los naturalistas identificaron alrededor de 300 variedades. Las más famosas son Thymus vulgaris, Thymus serpillum y Thymes citriodorus.
En Palestina, el tomillo va más allá de aromatizar platos: es una herramienta para expresar el derecho sobre las tierras usurpadas, una palabra vinculada a la lucha y la resistencia.
Como otros símbolos, muchos fueron los intentos de “Israel” por robarlo y atribuirlo a su cultura, según evidenció el medio Haaretz.
Durante años, las empresas sionistas lo combinaron con orégano, una de las plantas comunes en Europa, y lo comercializaron en el mundo occidental.
“Tel Aviv” no dudó crear listas de cosechas prohibidas en 1977 que incluían ese elemento, por una supuesta posibilidad de perder el espécimen.
Sin embargo, organizaciones ambientales demostraron que la herencia palestina garantizaba más sostenibilidad, pues no recogía de la raíz, sino solo de los tallos.
Poco importó eso a las fuerzas de ocupación. Día a día revisaron las casas más pobres y sancionaron o multaron a quienes cultivaban en su casa este producto.
Solo entre 2004 y 2016, más de 40 campesinos respondieron ante tribunales por acusaciones de trabajar esos sembrados.
Producto imprescindible
En Palestina, el tomillo es un elemento indispensable en la mesa, pues los habitantes lo utilizan para aderezar sus alimentos junto con aceite.
Además, es un ingrediente fundamental en la preparación de manakish, una especie de tostada o pizza, cuya masa recibe el sazón de este condimento antes de ser horneado.
Otro plato tradicional que lleva su aplicación es la Dukkah, una mezcla de harina, sésamo, sal cuidadosamente creada.
Para no perder sus sabores, los palestinos transportaron esa especia por todo el mundo en sus maletas que pasaban aeropuertos y países.
Tal vez, de esta forma cumplían lo dicho por el famoso poeta Mahmoud Darwish: “Lleva tu país a donde vayas, y sé narcisista si es necesario”, y así todos sienten su patria dondequiera que estén.