Un árbol tropical crece ante el impacto de los rayos
De acuerdo con los modelos informativos, impactos de rayos repetitivos en los bosques tropicales de Panamá alargaron la vida del árbol Dipteryx oleífera en casi 300 años.
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Un árbol tropical crece ante el impacto de los rayos
Algunos de los árboles más grandes de la selva tropical no solo sobreviven a las descargas eléctricas, sino que prosperan ante su influencia, según un estudio publicado en la revista especializada New Phytologist.
Los científicos impulsaron un método para monitorizar los rayos y triangular sus señales electromagnéticas en un experimento desarrollado entre 2014 y 2019 en la selva tropical del Monumento Natural Isla Barro Colorado, en Panamá.
En ese período, el sistema registró 94 impactos y, de 85 especies comprometidas, siete sobrevivieron.
Una de ellas destacó por ser alcanzada nueve veces y, aún así, tener un 30 por ciento más de altitud que sus semejantes y una copa un 50 por ciento más grande: la Dipteryx oleífera.
Todos los ejemplares de esa familia sobrevivieron a los truenos, mientras el 64 por ciento de las otras especies murieron después de dos años.
Curiosamente, las plantas que rodearon a Dipteryx oleífera tuvieron un 48 por ciento más de probabilidades de perecer tras la sacudida, mientras el árbol central continuaba sano.
Al despejar los alrededores, la sobreviviente tuvo menos competencia por la luz, lo cual facilitó su crecimiento y la producción de mayor número de semillas.
De acuerdo con los modelos informativos, colisiones repetitivas fueron capaces de alargar la vida de esta especie en casi 300 años.
Aunque no están claros los mecanismos físicos que ayudan a los árboles a superar la intensidad de las descargas eléctricas, algunos podrían ser más conductores o tener arquitecturas que escapan a los daños, sugirió el ecólogo forestal estadounidense Evan Gora, al frente de la investigación.
El estudio fue realizado solo en Panamá, pero fenómenos semejantes ocurren también en otros bosques tropicales.
Cuando una descarga eléctrica alcanza a un árbol, todo el bosque explota y, en su punto más extremo, parece el daño de una bomba, ilustró Gora.
Según los expertos, el cambio climático aumentará la frecuencia y gravedad de las tormentas en las zonas más cálidas, para lo cual algunos de los guardianes verdes preparan desde ya su adaptación.