Floricultura en Marruecos: así es la lucha contra la sequía
Los productores no solo abastecen al mercado nacional, sino también consolidan un comercio de exportación.
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Floricultura en Marruecos: así es la lucha contra la sequía.
En Marruecos los cultivadores de flores luchan contra la sequía para sostener esta industria que embellece hogares, acompaña celebraciones e impulsa un creciente mercado de exportación.
La florista y empresaria Nadia Ouahbi, citada por Africanews, relató que cada mañana comienza con ansiedad. La crisis hídrica secó los pozos cercanos y amenaza directamente la supervivencia de su vivero.
“Estamos luchando contra la escasez de agua”, confesó, expresando una preocupación compartida por muchos productores. “Al despertar, a veces lloramos al ver a nuestras plantas sufrir, como si nos suplicaran”.
Esa carga emocional es parte de la rutina diaria para quienes conviven con las consecuencias de las lluvias cada vez más escasas.
Una de cada cuatro personas en el mundo vive sin agua potable https://t.co/LG51NkGeSE#agua #sequia #AguaPotable #insalubridad pic.twitter.com/HweO5zwtpa
— Al Mayadeen Español (@almayadeen_es) September 7, 2025
Belleza frente a la adversidad
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Floricultura en Marruecos: así es la lucha contra la sequía.
Pese a las dificultades, el vivero de una hectárea de Ouahbi produce unas 15 mil plantas al año, entre ellas violetas, crisantemos y margaritas.
Su labor, al igual que la de otros productores, responde a una fuerte demanda interna.
“Trabajamos duro para aumentar la producción y atender las necesidades, especialmente en el embellecimiento de calles, porque por muy elegantes que sean los edificios, nada transmiten sin un toque de verde”, explicó.
Ese compromiso con la estética urbana alimenta el mercado local y conecta con clientes como Khadija, para quien las flores son indispensables:
“Me importan mucho las rosas… son esenciales, sobre todo cuando voy a un evento o celebración”, aseguró.
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Innovación y miras al exterior
Para afrontar la crisis hídrica, algunos productores invierten en sistemas de riego por goteo, que permiten aprovechar al máximo cada gota de agua, una medida costosa pero vital para sostener la producción.
A ello se suman otros retos, como la infraestructura limitada de transporte y refrigeración, que pone en riesgo la frescura de las flores.
Incluso así, los productores no solo abastecen al mercado nacional, sino también consolidan un comercio de exportación con destino a países como Reino Unido, Países Bajos y Estados Unidos.
La determinación del sector demuestra que, incluso en medio de la adversidad, la floricultura marroquí continúa floreciendo.