“Israel” recurre a combatientes extranjeros para realizar sus crímenes
La antigua práctica de absorber combatientes extranjeros sigue activa en el ejército israelí hoy en día, incluido un importante componente estadounidense.
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Efectivos del ejército israelí.
Estados Unidos amenazó con imponer sanciones a la unidad militar israelí Netzah Yehuda, una medida positiva, aunque existe la preocupación de que su objetivo sea solo mejorar la imagen pública del ejército como una fuerza respetuosa de la ley, cuando Washington continúa su apoyo financiero, militar y de inteligencia a la maquinaria de guerra sionista.
De acuerdo con el artículo publicado en el sitio web Middle East Eye, cuando fue creado el ejército israelí, organizaciones terroristas sionistas como la Haganá, el Palmaj, el Irgun y otras formaron su columna vertebral.
“Israel” nació del seno de operaciones terroristas a gran escala llevadas a cabo por grupos sionistas con el objetivo de ocupar territorios palestinos.
Según el profesor de historia militar, David Charters, el terrorismo sionista en Palestina en la década de 1940 "fue importante tanto táctica como estratégicamente y creó las condiciones para facilitar fundación de `Israel´ y la creación de la diáspora árabe palestina”.
La antigua práctica de absorber combatientes extranjeros sigue activa en el ejército israelí hoy en día, incluido un importante componente estadounidense.
Más de 23 mil ciudadanos estadounidenses sirven actualmente en ejército y de hecho, alrededor del 10 por ciento de las bajas del ente castrense desde la invasión de Gaza fueron norteamericanos.
En diciembre pasado, un legislador francés reveló que más de cuatro mil ciudadanos franceses fueron integrados a las fuerzas de la ocupación.
También confirmó la existencia de mil australianos, mil italianos y 400 indios, además de militares de Reino Unido, Alemania, Canadá, Rusia, Ucrania, Finlandia y Sudáfrica.
El ejército reclutó voluntarios para ayudar con tareas como empacar suministros médicos y preparar comidas de combate, y organizaciones como SAR-El trajeron miles de hombres de docenas de países de todo el mundo.
La edad mínima para ser voluntario es de 16 años y estos programas exponen a los voluntarios a un adoctrinamiento ideológico con el objetivo de fortalecer el vínculo entre ellos e “Israel” y su ejército.
Otro programa para reclutar voluntarios extranjeros es el Mahal, establecido hace décadas cuando voluntarios de todo el mundo vinieron para ayudar a la Haganá y luego al ejército israelí.
Por su parte, el programa Soldados Solitarios brinda apoyo a combatientes “altamente motivados” que no tienen familia en “Israel”, y estos suman más de siete mil y reciben el doble del salario mensual normal.
Sin embargo, la categoría más controvertida de reclutas extranjeros son los mercenarios contratados. Hay informes sobre su presencia en Gaza, incluidos videos y fotografías.
Al igual que los uniformados israelíes, todas estas categorías de combatientes extranjeros disfrutan de total impunidad y ello tal vez explique por qué algunos de ellos tienen comportamientos insensibles e imprudentes, alardean de sus crímenes en línea y publican pruebas de sus violaciones de diversas reglas de la guerra.
Esta situación pudiera constituir un aliento para estos combatientes extranjeros a involucrarse más en actividades inmorales, ilegales y criminales, incluido participar en operaciones de combate que maten a más civiles, estar estacionados en territorios ocupados, vivir en asentamientos o participar en la guerra genocida en curso contra el pueblo palestino.