Estados Unidos pierde batalla en el mar Rojo ante operaciones de Yemen
La campaña yemenita contra el transporte marítimo de la entidad ocupante, traspasó cualquier estimación y derrotó a una potencia mundial agotada, apuntó la cadena norteamericana Bloomberg.
Los ataques de Yemen en el mar Rojo representan el mayor desafío a la libertad de navegación en décadas, y derrotó a una potencia mundial agotada, Estados Unidos.
Según la cadena estadounidense Bloomberg, una de las mayores sorpresas del pasado año fue el ataque sorpresivo de Hamas contra “Israel” y la guerra resultante, pero la campaña yemenita contra el transporte marítimo de la entidad ocupante traspasó cualquier estimación.
Desde finales de 2023, el movimiento yemenita Ansar Allah logró reducir el tráfico en el Canal de Suez en más de la mitad y provocó la quiebra del puerto israelí de Eilat en el golfo de Aqaba.
Esta situación, según el medio combina dinámicas antiguas y nuevas, pues al estrecho de Bab el-Mandeb, conexión entre el mar Rojo y el golfo de Adén, desde hace mucho tiempo es un centro de conflicto, rodeado de inestabilidad en el sur de la península arábiga y el Cuerno de África y acarreó conflictos e intervenciones extranjeras durante mucho tiempo.
Pero la campaña desde Yemen también reveló problemas globales más recientes, entre ellas la disminución del costo de imponer poder militar.
El gobierno de Saná no posee una fuerza militar convencional, ni siquiera controla todo Yemen, pero utiliza drones y misiles para fiscalizar el acceso a mares vitales.
La cadena estadounidense resaltó la sinergia estratégica entre los enemigos de Estados Unidos.
Desde octubre pasado, las Fuerzas Armadas del país árabe permiten el paso de la mayoría de los barcos mercantes chinos, y reciben además el aliento de Rusia, ansiosa por vengarse de Washington, reconoció.
La publicación norteamericana desestimó una corrección radical en la estrategia de Estados Unidos en el corto plazo.
Según afirmó, el presidente Joe Biden busca un alto el fuego entre “Israel” y Hamas, lo que, al menos, podría quitarle a los yemenitas y otros aliados de Irán el pretexto para la guerra.
No obstante, nadie está realmente seguro de si eso pondría fin a los ataques contra el transporte marítimo en el mar Rojo.
"Lo máximo que Biden espera es llegar a las elecciones presidenciales sin más problemas con Teherán", concluyó.