Segunda fase de agresión israelí a Gaza incluye anexión y expulsión
Un análisis del editor en jefe de Haaretz, Aluf Benn, sugiere que " Israel" planea expulsar a los palestinos de la franja y construir nuevos asentamientos ilegales. Las negociaciones de alto el fuego no están entre sus prioridades.
"Israel" está entrando en la segunda fase de su guerra contra Gaza, que incluye la expulsión de palestinos, el establecimiento de asentamientos judíos y la anexión en el norte de la franja, mientras mantiene al pueblo viviendo en tiendas de campaña bajo ocupación militar en el sur “durante años”, reflejó un análisis del editor en jefe de Haaretz , Aluf Benn.
De acuerdo con el escritor, el ejército israelí “se esforzará por completar su toma de control del norte de la Franja de Gaza desde la frontera anterior hasta el corredor de Netzarim y esa zona quedará gradualmente disponible para el asentamiento judío y su anexión a “Israel”.
“Si eso sucede, los residentes palestinos que permanecen en el norte de Gaza serán expulsados, como lo sugirió el mayor general (en reserva) Giora Eiland, bajo amenaza de inanición y con el pretexto de ‘proteger sus vidas’ mientras el ejército israelí persigue a los militantes de Hamas en ese sector”, añadió.
El especialista agregó que el primer ministro Benjamín Netanyahu sueña con ser el primer dirigente israelí en 50 años en expandir el territorio del ente a través de la conquista en lugar de renunciar a él.
Si Netanyahu puede conquistar y repoblar Gaza, sus partidarios lo considerarán como un “logro de toda una vida”, apuntó
A criterio del analista, los miembros del gobierno de Netanyahu ven la rápida limpieza étnica de unos 100 mil armenios étnicos llevada a cabo por Azerbaiyán en 2022 en la región autónoma de Nagorno-Karabaj como un precedente a seguir.
“El mundo lo vio y siguió adelante: 100 mil refugiados siguen varados en Armenia, que no tiene prisa por integrarlos. Del mismo modo, los residentes expulsados del norte de Gaza se amontonarán con los refugiados de la primera fase de la guerra en el enclave humanitario del sur”, expresó.
Benn puntualizó que la nueva fase de la guerra comenzó silenciosamente el 28 de agosto con el nombramiento de Elad Goren como el primer “jefe del esfuerzo humanitario-civil en la Franja de Gaza” en la unidad del Coordinador de Actividades Gubernamentales en los Territorios.
Goren funcionará como el “gobernador de Gaza” y controlará la distribución de ayuda a los palestinos en la franja, y reemplazará a las organizaciones internacionales, incluida la UNRWA.
Para el analista, “el motivo es obvio: quien distribuye los alimentos y las medicinas tiene la mano en el interruptor de la luz”.
Hamas seguirá controlando el sur del enclave, pero será asediado por tropas israelíes que permanecerán en el eje de Filadelfia (frontera entre Gaza y Egipto) y en el corredor de Netzarim (que divide el norte de Gaza del sur), consideró.
“En una situación como ésta, Netanyahu y sus socios esperan que, tras otro invierno en tiendas de campaña y sin servicios básicos, los dos millones de palestinos hacinados en Rafah, Khan Yunis y Al-Mawasi se den cuenta de que no pueden regresar a sus hogares en ruinas."
Al respecto, anticipó que Netanyahu continuará oponiéndose a un acuerdo de alto el fuego que devolvería a los aproximadamente 100 israelíes que aún se encuentran cautivos en la franja.
En lugar de ser un activo y una herramienta para obtener concesiones significativas de “Israel”, los rehenes se convertirán en una carga para los palestinos, así como en una justificación para que la entidad continúe con la guerra, el asedio y la ocupación, concluyó.