Las naciones musulmanas deben actuar al unísono y manifestar la oposición internacional contra el plan de Israel de tomar el control de la ciudad de Gaza, afirmó el ministro turco de Relaciones Exteriores, Hakan Fidan, tras conversaciones en Egipto.

Ankara sostuvo que dicho plan marcó una nueva etapa en las políticas genocidas y expansionistas de "Israel", al tiempo que pedió medidas globales para detener su implementación.

Fidan expresó que la Organización de Cooperación Islámica (OCI) había sido convocada a una reunión de emergencia en una conferencia de prensa conjunta en El Alamein con su homólogo egipcio Badr Abdelatty, después de reunirse con el presidente Abdel Fattah al-Sisi.

El canciller turco argumentó  que la política de "Israel" tenía como objetivo obligar a los palestinos a salir de sus tierras a través del hambre y que su objetivo era invadir permanentemente Gaza.

Agregó que no había ninguna excusa justificable para que las naciones siguieran apoyando a "Tel Aviv".

"Israel" impuso restricciones sofocantes a la entrada de ayuda en Gaza durante más de 22 meses, pero insiste en que no está utilizando el hambre como arma de guerra y culpó a Hamas del hambre masiva.

Los ministros declararon repetidamente las ambiciones de expulsar a los 2,2 millones de habitantes del territorio en un acto de limpieza étnica a gran escala al que se refieren como "emigración voluntaria".

"Lo que está sucediendo hoy es un acontecimiento muy peligroso... no sólo para el pueblo palestino o los países vecinos", manifestó Abdelatty, agregando que los planes de "Israel" eran inadmisibles.

Abdelatty afirmó que había plena coordinación con Turquía sobre Gaza, y se refirió a una declaración emitida el sábado por el Comité Ministerial de la OCI condenando el plan de "Israel".

El comité de la OCI consideró que el plan de Israel marcó "una escalada peligrosa e inaceptable, una violación flagrante del derecho internacional, y un intento de afianzar la ocupación ilegal", advirtiendo que "borraría cualquier oportunidad de paz".

Los equipos mediadores de Egipto, Qatar y Estados Unidos llevan meses trabajando para alcanzar un alto el fuego entre Israel y Hamas.

La OCI instó a las potencias mundiales y al Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas a "asumir sus responsabilidades legales y humanitarias y a tomar medidas urgentes para detener" el plan de la ciudad de Gaza, al tiempo que garantiza la rendición de cuentas inmediata por lo que llamó violaciones del derecho internacional israelíes.