La justicia internacional opera bajo criterios imperialistas
En opinión de fuentes jurídicas consultadas por Sputnik , la actuación reciente de la Corte Penal Internacional muestra una parcialidad a favor de los intereses de Occidente, por lo cual este organismo al igual que el resto de las Naciones Unidas, necesita una refundación general del sistema.
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La justicia internacional opera bajo criterios imperialistas
La Corte Penal Internacional (CPI) lleva tiempo siendo objeto de críticas y controversias debido a la percepción generalizada de su parcialidad. Su actuar ha sido señalado por enfocarse de manera desproporcionada en ciertos países, especialmente de África y Medio Oriente, dejando de lado violaciones graves en otras regiones del mundo.
"La CPI nació con grandes expectativas a nivel mundial, con la esperanza de convertirse en un órgano imparcial defensor de los derechos humanos, sin embargo, con el tiempo, ha ido derivando hacia un enfoque selectivo, ya que se ha centrado en atacar a dictadores y criminales africanos o árabes y en la actualidad contra altos funcionarios rusos, pero nunca contra Occidente", consideró Augusto Zamora, abogado de Nicaragua en el caso contra Estados Unidos en la Corte Internacional de Justicia, en diálogo con Séptimo Piso, un programa de Sputnik.
"Este sesgo ha minado su credibilidad, un hecho que se volvió aún más evidente durante el genocidio en Gaza, donde la Corte tardó en actuar contra Israel", argumentó Zamora, quien añadió que dicha falta de imparcialidad afecta principalmente a quienes son víctimas de persecuciones impulsadas por grandes potencias o países de la alianza atlántica.
"En estas condiciones, la justicia internacional no puede funcionar de manera efectiva, ya que opera bajo criterios imperialistas", señaló el experto.
Zamora consideró que "todo el sistema de Naciones Unidas está desfasado: nació durante la Segunda Guerra Mundial en 1945, se consolidó en lo más duro de la Guerra Fría, pero el mundo de 1945 no tiene nada que ver con el de hoy".
En este sentido el abogado nicaraguense destacó que es urgente una refundación general del sistema, el cual quedó obsoleto, que implique una salida de las Naciones Unidas de la órbita de los países atlánticos, comenzando por Estados Unidos y el rediseño de un nuevo orden mundial acorde a la realidad del siglo XXI.