Rusia consideró las acciones inesperadas de Ucrania como una amenaza para la navegación civil en el Mar Negro y acusó a Kiev de llevar a cabo ataques terroristas en la región.

De acuerdo con el Ministerio de Defensa ruso, su flota en esos mares entrena para disparar misiles contra objetivos en la superficie.

En ese sentido, hace dos días la institución advirtió a los barcos que se dirigen a los puertos de Ucrania, pues pueden considerarse objetivos militares después de la cancelación de las garantías de seguridad del acuerdo de granos.

Kiev pretende establecer una ruta de envío temporal para tratar de continuar sus exportaciones de cereales, pero Rusia dejó claro que cualquier buque con destino a las aguas ucranianas sería tratado como un posible transporte de carga militar.

El Kremlin anunció a principios de esta semana la cancelación del pacto para exportar granos a través del Mar Negro y confirmó su regreso al convenio tan pronto como se cumplan sus demandas.