EE.UU. intensifica su escalada militar en el norte y este de Siria
Las tropas norteamericanas refuerzan sus bases militares ilegales e intensifican sus actividades para establecer alianzas con grupos militares y terroristas en un escenario cuyas repercusiones no se limitarán a la nación levantina.
Estados Unidos intensifica sus esfuerzos para generar un escenario de guerra en el norte de Siria, en una escalada sin precedentes.
El conflicto se intensifica desde Al-Tanf, en el sureste, hasta Idlib, en el noroeste del país, a causa de los drones y aviones de combate estadounidenses, que violan las reglas en la región, según confirmó el Centro Ruso de Reconciliación en Siria.
De acuerdo con los reportes de ese centro, las infracciones superaron las diez casi a diario durante la pasada semana.
Sobre el terreno, las fuerzas estadounidenses barajan las cartas, refuerzan sus bases militares ilegales e intensifican sus actividades para abrir contactos y establecer alianzas con los militantes locales del llamado Ejército Nacional y el grupo terrorista Hayat Tahrir al-Sham.
Tal escenario advierte de una escalada norteamericana cuyas repercusiones no se limitarán a la nación levantina.
A juicio del analista político Mustafa al-Miqdad, Washington procura cortar la arteria vital entre Siria e Irak mediante la reconfiguración de grupos armados, enviados a realizar operaciones provocativas en el área.
Washington envía refuerzos militares al campo norteño de Deir Ezzor
Con anterioridad, fuentes de Al Mayadeen informaron de la llegada de refuerzos militares del grupo llamado al-Sanadid y Jaysh al-Thuwar, estacionadas en las cercanías de la base de Koniko y las aldeas del campo norteño de Deir Ezzor.
También trascendió el mensaje de la Casa Blanca a las Fuerzas Democráticas Sirias (FDS) y sus facciones afiliadas de estar preparadas para cualquier ataque en la región desde la orilla occidental del río Éufrates, y la movilización del llamado Ejército Sirio Libre, al cuidado de cualquier ataque en el área del kilómetro 55, en al-Tanf.
Las fuentes confirmaron a Al Mayadeen una alerta militar para las FDS a lo largo de las líneas de contacto entre las áreas bajo su control y las amparadas por el ejército sirio.
Poco antes, las FDS retiraron todos los puntos de control del Consejo Militar de Deir Ezzor en la región y los reemplazaron con los puntos de control de sus fuerzas de seguridad Asayish, agregaron las fuentes.
Asimismo, las FDS enviaron 500 vehículos militares blindados desde la ciudad de Qamishli, en la zona rural norteña de Hasakeh, a las localidades de Jadeed Akidat, al-Basira y el yacimiento petrolífero de al-Omar, en la zona rural nororiental de Deir Ezzor.
Días antes, la Coalición Internacional, encabezada por EE.UU. realizó una serie de maniobras terrestres, de conjunto con la facción del Ejército Sirio Libre en el área del kilómetro 55, en el triángulo fronterizo sirio-jordano-iraquí.
Bloqueo y Sanciones
Bajo la llamada Ley César, el gobierno de Biden intensificó el bloqueo y la imposición de sanciones a Siria, lo cual causa importantes problemas económicos, sociales y humanitarios en ese país.
Así lo explicó el canciller Faisal Al-Mekdad durante su visita a Teherán, capital de Irán, donde cumplimentaron la firma de 15 acuerdos estratégicos de cooperación financiera, económica y comercial, además de facilidades aduaneras y otras materias de mutuo interés.
Entre ellos, la comisión Conjunta de Cooperación Económica entre Irán y Siria anunció un entendimiento para establecer un banco común iraní-sirio.
La visita de Al-Mekdad coincidió con los desarrollos de campo en la región este y noreste de Siria, donde aumenta la movilización estadounidense, en complicidad con los grupos armados respaldados por el imperio occidental.
Tal movilización esconde un nuevo y viejo proyecto estadounidense: el regreso por de sus fuerzas armadas a la escena siria, para empezar, con el aumento del número de soldados, de 500 a mil 500 en el norte levantino.
Desde el punto de vista de Teherán, resulta imperativo acelerar la retirada de las fuerzas estadounidenses del territorio sirio, condición básica para alcanzar una solución política pacífica en esa área.
Damasco, por su parte, parece más preparado para enfrentar cualquier novedad en el contexto de cambios en cuanto a la presencia estadounidense en su territorio. Su postura es que esa ocupación debe retirarse. De lo contrario, hay muchas formas de expulsarla.
La visita de Al-Mekdad a Teherán reafirma la disposición de Irán a cooperar en temas económicos, y también la coordinación completa y continua para enfrentar los desafíos de seguridad en el área.
Remarca, además, la voluntad de ambos países para enfrentar los movimientos estadounidenses en Siria, cuyos objetivos sospechosos no excluyen la división de Siria y la continuidad de la incautación de su petróleo, con ayuda de los grupos armados patrocinados desde Washington.