Al menos 231 menores fueron víctimas de muertes violentas en Ecuador, indicó un reporte de la Policía Nacional comprendido entre enero y septiembre de este año.

Según datos oficiales de la Dirección Nacional de Investigación de Delitos Contra la Vida, Muertes Violentas, Desapariciones, Extorsión y Secuestros, en el mismo periodo 38 niños y 193 adolescentes resultaron asesinados.

El 48,92 por ciento de los fallecimientos ocurrieron en la denominada Zona 8, compuesta por las ciudades de Guayaquil, Samborondón y Durán, en la provincia de Guayas, precisó el órgano policial.

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Por su parte, el Observatorio Ecuatoriano del Crimen Organizado reportó la muerte de 41 personas entre 15 a 19 años de edad en el primer semestre de 2019, mientras en los primeros seis meses de 2023 registró 246 homicidios intencionales a jóvenes de ese grupo etario, el sexto más afectado por este crimen en el país.

El reclutamiento por parte de organizaciones delictivas a ciudadanos de esas edades incide en la problemática, especialmente en las ciudades de Guayaquil, Esmeraldas y Quevedo.

Para los analistas, los elevados índices de violencia y pobreza en Ecuador constituyen las causas principales del vínculo de los menores con los grupos criminales en el país andino.

La Policía Nacional confirmó más de mil 300 menores, entre 12 y 17 años, fuera del sistema escolar para incorporarse a las pandillas delictivas, quienes ofrecen retribuciones económicas atractivas para su edad.

Los adolescentes estuvieron relacionados con delitos como tenencia ilegal de armas, sicariato, microtráfico, robo a personas y otros asociados al crimen organizado.