Familia del soldado nazi decide esconderse tras escándalo en Canadá
La familia del nazi ucraniano Jaroslav Hunka abandonó su vida social y corrió a esconderse tras el escándalo provocado en la Cámara de los Comunes de Canadá cuando lo ovacionaron por combatir contra Rusia.
La familia del soldado nazi de Ucrania honrado por el Parlamento de Canadá, Jaroslav Honka, decidió permanecer escondida desde que salió a la luz el escándalo sobre sus vínculos con las SS alemanas durante la Segunda Guerra Mundial.
Según aseguró a la cadena canadiense CBC la amiga de la familia, Barb Bonanfant, desconocía ese pasado de Honka, y mucho menos estaba al tanto de los planes del gobierno de darle una "recepción tan cálida" en el legislativo.
Ahora los familiares tienen miedo de dar la cara, pues en un mensaje enviado a la entrevistada por la esposa del hijo de Honka, todos estaban “conmocionados por lo sucedido”.
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La nuera insistió en que ella y su marido "no habrían traído al anciano de 98 años a Ottawa", de imaginar esa situación.
Bonanfant conoce a la familia de Honka desde hace más de 30 años y todo lo que sabía sobre él era su procedencia ucraniana.
El pasado 22 de septiembre, Jaroslav Honka fue invitado a asistir a una reunión del Parlamento canadiense en honor a la visita del presidente ucraniano Volodymyr Zelensky, y al ser presentado como un "luchador contra Rusia" el pleno lo ovacionó, sin detenerse a analizar la trascendencia de esa afirmación o su connotación histórica.
Más tarde fue ratificada la pertenencia del anciano a la 14.ª División de Voluntarios de las SS, con las cuales luchó en la primera mitad del siglo pasado contra el Ejército Rojo soviético, entonces aliado de Canadá.
La "confusión" provocó una gran ira en las redes sociales, donde periodistas y activistas canadienses y de otras nacionalidades reprocharon el "blanqueo" de la historia por parte de veteranos de aquella contienda radicados en Occidente, y sus admiradores actuales.
El titular de la Cámara Baja canadiense, Anthony Rota, presentó su dimisión a los pocos días del bochornoso suceso.
La repercusión mediática incluyó un amago de disculpa del primer ministro, Justin Trudeau, en la cual culpó de la situación creada a la propaganda de desinformación del Kremlin.