Analizan en EE.UU. puntos claves del discurso del líder de Hizbullah
Un centro de investigaciones estadounidense asegura que al público de esa nación también estuvo dirigida la intervención del líder de Hizbullah del pasado 3 de noviembre.
El Instituto de Investigación de Medio Oriente en Estados Unidos analizó puntos del reciente discurso del secretario general de la Resistencia islámica libanesa (Hizbullah), Sayyed Hassan Nasrallah, sobre los antecedentes y desarrollos de la batalla Diluvio de Al-Aqsa en la Palestina ocupada y en el mundo.
De acuerdo con el centro de estudios, la intervención de Nasrallah fue “muy esperada” y no llamó a aliviar la actual escalada militar entre Hizbullah e “Israel” ni a una batalla integral entre las dos partes.
El jefe de Hizbullah confirmó que su organización participó en los combates desde el 8 de octubre pasado y dejó claro que una futura escalada de la resistencia libanesa dependen de los acontecimientos en Gaza y los ataques israelíes en territorio libanés.
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Respecto al futuro, el líder de Hizbullah destacó que todas las opciones siguen sobre la mesa, incluida lo que describió como la posibilidad de “deslizarse hacia la guerra”, a través de un proceso gradual de escalada en términos de intensidad y alcance geográfico.
El análisis del instituto estadounidense reveló que después del discurso del pasado 3 de noviembre, la narrativa de la participación de la resistencia libanesa en la guerra en Gaza comenzó a tomar forma, tal como ocurrió durante la confrontación en Siria.
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Para Nasrallah los objetivos en la Franja son, ante todo, el cese de la agresión y la victoria de la resistencia palestina en Gaza de Hamas en particular, resaltó el informe.
Igualmente, la observación aseguró que Estados Unidos fue el segundo público objetivo de cada palabra de la alocución.
Sayyed Nasrallah amenazó directamente a Washington al referirse al ataque al cuartel de los marines en Beirut e indicó que los autores de este ataque "siguen con vida, junto con sus hijos y nietos”.
El mensaje fue claro cuando afirmó que, en caso de estallar una guerra regional más amplia, no habrá ningún costo gratuito para la futura participación cinética estadounidense en el apoyo a "Israel", concluyó.