“Canto a la tierra”: El legado de Fidel Castro
Este día, con su impaciencia victoriosa, Fidel parece caminar por las calles, anuda las pañoletas e interviene en debates de los jóvenes.
Dicen que Fidel Castro murió, que en la noche del 25 de noviembre de 2016, la biología y la naturaleza nos recordaron que él también era humano, pero el Comandante de barba suave y uniforme verde olivo nunca creyó en leyes físicas.
Las ideas siempre superan las ausencias del cuerpo. Hoy el héroe parece caminar por las calles, anudar las pañoletas de los niños y vivir en cientos de personas.
Para honrar su palabra ardiente como los hornos del monte, el Memorial José Martí, en La Habana, organizó un diálogo entre distinguidos intelectuales.
Los participantes escucharon con rostros serios y expresiones de reflexión al presidente de la Casa de las Américas, Abel Prieto, y a los escritores Pedro Pablo Rodríguez y Eloísa Carrera, mientras hablaban sobre el pensamiento del líder.
Allí también el destacado realizador audiovisual Roberto Chile presentó la exposición El instante preciso, que explora la historia de su país a través del lente de 20 prestigiosos fotógrafos.
Luego sonó la canción de la fallecida trovadora Sara González, como una invitación a continuar la batalla de la vida, "canto y llanto de la tierra, canto y llanto de la gloria, y entre canto y llanto de la tierra, nuestra primera victoria".
“El Comandante murió, pero sigue en nosotros”; susurraron voces entrecortadas de colaboradores cubanos desde las Maldivas, en Argentina.
"Fue el hombre más grande del siglo XX", aseguraron graduados de Sri Lanka en la nación antillana y agradecieron por abrirles las puertas cuando más lo necesitaban.
Frente a tanto egoísmo en el mundo, los miembros de la Asociación Nacional de Amistad de Italia recordaron que el luchador aún surge de las ideas y nos ilumina con ellas.
El guerrillero murió, pero no se fue. Con sus botas de bajar luceros siempre está sacando la libertad de su mochila, sigue en el mundo de los vivos con su bandera de revolucionario.