Primer ministro de "Israel" libra dos guerras y puede no ganar ninguna
Benjamín Netanyahu lidera la guerra contra Hamas y a la vez presenta batalla ante un proceso judicial por corrupción.
El primer ministro del régimen de "Israel", Benjamín Netanyahu, libra dos guerras a la par: la contienda contra Hamas y en un proceso judicial por corrupción, ponderó el diario estadounidense The Washington Post.
Con casi dos meses de agresiones a Gaza y más de 15 mil palestinos muertos, Netanyahu no logró evitar las acusaciones de corrupción en las que está implicado,
El periódico norteño destacó que la reanudación este lunes del polémico juicio marca el fin del estado de emergencia en los tribunales israelíes, decretado el pasado viernes por el ministro de Justicia, Yariv Levi.
No obstante, Netanyahu regresó de manera teórica al banquillo, poque no asistió a la audiencia, aunque es probable que lo haga en el futuro.
Este drama legal del premier lleva casi medio decenio arrojando su sombra sobre la política israelí, y puede ser una de las motivaciones para su esfuerzo por mantener el poder y la posible inmunidad.
Al respecto, consideraron una oportunidad de orquestar el regreso de Netanyahu a la posición de primer ministro tras las elecciones de 2022, al frente de la coalición más derechista en la historia de "Israel".
Destacó el diario que en ese cargo no puede ser forzado a renunciar, a menos que sea condenado, un proceso que podría llevar años.
Según el periódico, después del ataque del 7 de octubre la posición de Netanyahu se volvió más clara y los israelíes, enojados y conmocionados, exigieron medidas severas.
Muchos también culparon a Netanyahu por liderar el día más sangriento de "Israel", y manifestaron sus molestias por los intentos posteriores de culpar a la "institución militar" por sus desaciertos.
Además, el claro enfrentamiento de este martes entre el gobierno de Netanyahu y las familias de los prisioneros tocó una fibra sensible en “Israel”.
El Washington Post concluyó que ahora, en medio de la crisis, Netanyahu lucha por los restos de su vida política mientras intenta derrotar a Hamas en el terreno de las armas.
Los dos "frentes" están llenas de riesgos para el primer ministro, y los expertos luchan por entender cómo Netanyahu puede aún mantenerse en el cargo. Incluso la exprimera ministra Golda Meir tuvo que renunciar después del shock de la guerra de octubre de 1973, valoró el medio.
Al respecto, apuntó que la victoria suprema deseada por los aliados de Netanyahu en la extrema derecha podría ser difícil de lograr para "Israel", subrayó el periódico.
Decenas de miles de colonos y residentes en "Tel Aviv" manifestaron su desacuerdo con los manejos del actual gobierno sionista desde el 7 de octubre, con consignas en contra de Netanyahu, a quienes responsabilizaron del gran fracaso y exigieron acelerar la liberación de todos los prisioneros en la Franja de Gaza.