Miles de israelíes participaron el sábado en una manifestación masiva en la llamada Plaza de los Prisioneros en “Tel Aviv” y exigieron un acuerdo con el movimiento Hamas para liberar a unos 140 detenidos en Gaza y la renuncia del primer ministro Benjamín Netanyahu.

Según los informes de prensa, las movilizaciones fueron extendidas a todo el territorio ocupado hasta llegar a la ciudad de Haifa, donde colonos levantaron pancartas para denunciar al "Gobierno de sangre".

En la concentración de "Tel Aviv", un portavoz de las familias de los retenidos condenó la postura de las autoridades sionistas y calificaron los acontecimientos en Gaza como una pérdida de tiempo.

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Otro orador pidió al gobierno de Netanyahu la devolución de los prisioneros con vida. El padre de uno de ellos levantó un reloj de arena para advertir el agotamiento del tiempo para la administración israelí.

Voces dentro de la marcha señalaron la despreocupación de Netanyahu por los reos y lo criticaron por su sed de venganza.

Hamas e “Israel” llegaron a un alto al fuego mediado por Qatar y Egipto que duró una semana y finalizó el 1 de diciembre. Como resultado fueron liberados 105 personas, incluidos 80 israelíes, a cambio de 240 prisioneros palestinos, incluidos mujeres y niños.

En un desarrollo relacionado, las Brigadas Al-Qassam, brazo militar de Hamas, anunciaron el sábado la muerte del rehén israelí Saaer Baruch (24 años) después de un fallido intento sionista por liberarlo.