La única opción posible a la situación actual es un ajuste en la fuerza del Estado y no en el sector privado, aseveró Javier Milei en su primer discurso como presidente de Argentina.

En un escenario montado en las afueras del Congreso y frente a miles de personas, el líder de La Libertad Avanza arremetió contra el kirchnerismo (seguidores de Néstor Kirchner y Cristina Fernández) y anunció fuertes recortes y la aplicación de medidas estrictas.

Comunicó que el contexto es crítico y de emergencia y que “a corto plazo la situación empeorará, pero luego veremos los frutos”, afirmó.

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También mencionó un ajuste fiscal en el sector público nacional de cinco puntos del Producto Interno Bruto, que recaerá casi por completo en el Gobierno. 

Hizo hincapié en limpiar los pasivos remunerados del Banco Central para poner fin a la emisión de dinero, y culpó al gobierno del presidente Alberto Fernández por los problemas actuales.

Sin embargo, no reconoció el impacto de la deuda de más de 45 mil millones de dólares contraída con el Fondo Monetario Internacional por uno de los invitados al acto, el exmandatario Mauricio Macri.

La asunción del nuevo presidente ocurre en el Día de la Restauración de la Democracia y a cuatro décadas de la llegada a la Casa Rosada de Raúl Alfonsín (1927-2009) tras siete años de una dictadura cívico-militar que detuvo, torturó, asesinó y desapareció a más de 30 mil personas.