La autoridad judicial en Irán celebró la primera sesión de un juicio en ausencia para 104 cabecillas de la organización terrorista Muyahidín Jalq, entre ellos la líder Maryam Rajavi, por cometer varios delitos, incluidos actos criminales en la década de los ochenta del siglo pasado.

Según informes, la Fiscalía iraní designó a cinco abogados para la defensa de los acusados y el veredicto será emitido más adelante.

A la audiencia del juicio asistieron familiares de mártires y víctimas de las acciones violentas perpetrados por el grupo.

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La referida agrupación está involucrada en sabotajes y asesinatos tanto en Irán como en el extranjero, con respaldo y dirección occidental y europeo.

También crearon células para reclutar agitadores, atacar instalaciones gubernamentales y de seguridad, destruir propiedades e intentar asesinar a civiles durante los recientes disturbios en Irán.

El líder supremo de la Revolución y la República Islámica, Sayyed Ali Khamenei, acusó a Muyahidín Jalq de espionaje y recopilar información para los gobiernos de Estados Unidos, Francia y el Reino Unido.

Conforme a la revista estadounidense Responsible Statecraft, los líderes occidentales ven en Muyahidín Jalq un obstáculo y no un aliado, pues la estructura fue convertida en una especie de "Estado dentro del Estado" en Albania.

Para el jefe del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas de Irán, general Mohammad Baqeri, el destino de la Muyahidín Jalq debería ser una lección para quienes dieron  la espalda a su patria y su pueblo.