Tras escrutar la mayoría de las mesas, el "no" predominó con un 55,76 por ciento frente al 44,24 del "sí" en la votación de Chile sobre una nueva constitución.

Dicho plebiscito marcó el segundo evento de su tipo en apenas 15 meses, con el objetivo de reemplazar la actual carta magna, heredada de la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990).

El borrador elaborado por un Consejo Constitucional obtuvo el apoyo mayoritario de militantes conservadores y recibió críticas por parte de la izquierda.

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De hecho, el líder del opositor partido político Unión Demócrata Independiente, Javier Macaya, anunció de manera errada una victoria. 

Hace un año en un acontecimiento paralelo, el país sometió a consulta un texto que contaba con una mayoría de integrantes progresistas. 

Al final, un contundente 61,8 por ciento votó en contra de la propuesta, lo que representó una derrota política para el presidente Gabriel Boric.

Durante ambos procesos, un denominador común fue la falta de consensos, puntos medios, equilibrios y acuerdos.