La operación Guardián de la Prosperidad liderada por Estados Unidos en el mar Rojo experimenta significativas fracturas a medida que los ataques con drones alcanzan buques lejos de las costas de Yemen, informó el sitio web The War Zone.

Según el medio, aunque 20 países acordaron participar en la alianza marítima multinacional solo un pequeño número de ellos proporcionará barcos para la operación o activos clave para ayudar.

Algunas naciones enviaron solo un puñado de empleados y esto constituye un problema en el momento actual, indicó.

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Para esta ocasión, España, Italia y Francia rechazaron la solicitud de someter sus barcos al mando de la Marina de los Estados Unidos durante su despliegue como parte de la operación; conforme a Reuters, Madrid manifestó su decisión de ponerse solo al mando de la OTAN o la Unión Europea.

La fragata italiana Virginio Fasan estará desplegada en la región, pero no lo hará como parte de la iniciativa Guardián de la Prosperidad. 

A juicio de The War Zone, el rechazo a someterse a las órdenes de Washington es un problema importante ya que estas naciones, miembros de la OTAN, poseen barcos altamente capacitados para la defensa antiaérea.

De acuerdo al medio, estos desarrollos son contratiempos y ocurren en un momento en que la amenaza al transporte marítimo está expandida más allá del estrecho de Bab el-Mandeb y su entorno inmediato.

Tras el respaldo estadounidense a la guerra israelí en Gaza, ningún país de la región parece querer vincularse en una aventura militar, indicó con anterioridad The New York Times.