Bombardeo israelí mata a trabajador de la ONU y sus familiares en Gaza
Un llamamiento urgente por la seguridad de los civiles y trabajadores humanitarios provocó el asesinato del funcionario del PNUD Issam al-Mughrabi, y su familia en un ataque aéreo israelí.
En medio de la persistente agresión israelí contra la Franja de Gaza, un ataque aéreo provocó la muerte de más de 70 miembros de una familia, entre ellos un antiguo trabajador humanitario de la ONU Issam al-Mughrabi, su esposa y cinco hijos.
Ante esta masacre ocurrida cerca de la ciudad de Gaza, el jefe del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), Achim Steiner, pidió un alto al fuego inmediato debido al alto número de víctimas civiles y la destrucción de la infraestructura, que obstaculiza la entrega de ayuda crucial.
Mediante una declaración, el directivo subrayó que lLa pérdida de Issam y su familia ha afectado profundamente a todos.
La ONU y los civiles en Gaza no debieran ser un objetivo, insistió Steiner.
Al respeco, reclamó el fin de la guerra y dejar de exponer a más familias a tanto dolor y sufrimiento.
En promedio, uno o dos empleados de la ONU fueron asesinados en Gaza cada día durante la agresión en curso, hasta sumar más de 130, una cifra sin precedentes en la historia de las Naciones Unidas, expresó el secretario general, Antonio Guterres.
A raíz de la aprobación en el Consejo de Seguridad de la ONU de una resolución que insta a un aumento significativo de la entrega de ayuda en Gaza, Guterres advirtió que esa es sólo la etapa inicial para evitar el riesgo inminente de hambruna y epidemias mortales.
Muchas personas miden la eficacia de la operación humanitaria en Gaza por el número de camiones de la Media Luna Roja Egipcia, la ONU y otros socios autorizados a descargar ayuda a través de la frontera, pero eso es un error, refirió Guterres.
A propósito, enfatizó que garantizar la distribución efectiva dentro de Gaza es igualmente crucial, y la forma en que "Israel" conduce la guerra crea impedimentos significativos para entregar asistencia a cientos de miles de personas que la necesitan con urgencia.
En otra parte de sus comentarios, señaló que una operación de ayuda exitosa requiere un entorno seguro para el personal humanitario, capacidades logísticas y la reanudación de la actividad comercial, todo lo cual falta en la Franja.
La escasez de camiones y combustible, junto con la dificultad para avanzar popr carreteras bombardeadas o bloqueadas por escombros o municiones sin explotar, agravan los desafíos logísticos.
En valoración del alto funcionario de la ONU, las condiciones de seguridad se deterioran en medio de un aumento del hambre y la desesperación de los destinatarios de esos recursos, y los bombardeos no cesan.