Reconocen capacidades de resistencia palestina Hamas en Gaza
Según el coordinador de comunicaciones estratégicas del Consejo de Seguridad Nacional de Estados Unidos, John Kirby, Washington no creen que los ataques militares destruyan la ideología del movimiento de resistencia.
El coordinador de Comunicaciones Estratégicas del Consejo de Seguridad Nacional de Estados Unidos, John Kirby, reconoció las capacidades del movimiento Hamas dentro de la Franja de Gaza y descartó la eliminación de la ideología de la resistencia a pesar de los ataques militares.
A propósito, anunció la continuidad de la presencia militar norteamericana en Medio Oriente, incluido el portaaviones Eisenhower y algunos barcos en el mar Rojo.
Kirby subrayó que Washington no busca enfrentamiento con ninguna parte en esa zona, pero defenderá sus intereses, aliados y socios.
En este sentido, aseguró la disposción de la Casa Blanca de eviatr la expansión de la guerra entre "Israel" y Hamas.
De acuerdo con el analista de asuntos políticos del Canal 12, Amnon Abramovich, si Estados Unidos no ayudara a "Israel" con armas y municiones y enviara mensajes a Irán e Hizbullah de Líbano, la lucha sería con palos y piedras.
Con anterioridad, el general de división en la reserva y exjefe de AMAN, Aharon Farkash, dijo: "Israel" no puede continuar y lograr sus objetivos en Gaza sin el apoyo militar, político y estratégico de Estados Unidos".
Según el Departamento de Defensa (Pentágono), el secretario de Estado, Anthony Blinken, aprobó la venta a "Israel" de proyectiles de artillería de 155 mm y equipos relacionados, sin revisión por parte de Congreso, en la continuación de la ayuda militar estadounidense tras el inicio de la agresión sionista a Gaza.
Por segunda vez, la administración de Joe Biden pasó por alto la revisión del Congreso para vender armas a la ocupación ya que la administración utilizó la autoridad de emergencia, el 9 de diciembre, para permitir la venta de unos 14 mil proyectiles de tanque a "Tel Aviv".
Además de la ayuda militar directa, la Casa Blanca intentó desplegar al menos 12 sistemas de defensa aérea en muchos países del Medio Oriente, como parte de su temor a la expansión de la batalla del Diluvio de Al-Aqsa y la participación de otros frentes.