EE.UU. justifica ataque a Yemen y los medios dudan de su efectividad
Según el secretario de Defensa, Lloyd J. Austin, sus proyectiles pretendían reducir la capacidad de Saná de atacar a los barcos mercantes que surcan el mar Rojo y a la par defender las embarcaciones norteamericanas en la zona.
El secretario de Defensa de Estados Unidos, Lloyd J. Austin, justificó en la noche del jueves la escalada de agresión en el mar Rojo, tras encabezar un bombardeo anunciado contra Yemen.
Según admitió el comunicado del Pentágono, sus aviones, junto a fuerzas de Reino Unido y con apoyo de Australia, Bahrein, Canadá y los Países Bajos, golpearon "objetivos militares en zonas de Yemen controladas por el movimiento Ansar Allah sin precisar cuántos o dónde.
"Los ataques de hoy tuvieron como objetivo sitios asociados con las capacidades de vehículos aéreos no tripulados, misiles balísticos y de crucero, radares costeros y vigilancia aérea", detalló el documento norteamericano.
De acuerdo con la declaración, el propósito de la coalición era "perturbar y degradar las capacidades de los yemenitas para poner en peligro a los marineros y amenazar el comercio global en una de las vías fluviales más críticas del mundo".
En ese sentido, calificó de "mensaje claro" de la coalición a los yemenitas de cuan mayores serán los costos si no ponen fin a sus acciones en esa ruta marítima cercana a sus costas.
Austin también acusó a Irán de respaldar a las fuerzas de Saná en sus "ataques ilegales, peligrosos y desestabilizadores" contra buques estadounidenses e internacionales.
El comunicado castrense no especificó que tales acciones fueron solo contra buques asociados a intereses de "Israel", y tras varias señales para conminarles a detener o desviar el paso.
A juicio del Pentágono, "Estados Unidos mantiene su derecho a la autodefensa", y prometió medidas de seguimiento para proteger a sus fuerzas desplazadas hacia el área del conflicto sin invitación de ningún país.
De acuerdo con el Departamento de Defensa norteño, las fuerzas yemenitas propinaron más de dos docenas de golpes contra embarcaciones en el mar Rojo, incluso comerciales, y eso creó "un desafío internacional que exige una acción colectiva".
El secretario calificó a los participantes en esta coalición de "países comprometidos con la defensa del orden internacional basado en reglas".
Con ese justificación, consideró los bombardeos de este jueves contra territorio yemenita una muestra del "compromiso compartido" en defensa de buques "que ejercen derechos y libertades de navegación".
Sin embargo, medios internacionales comentaron con preocupación la posibilidad de ver incrementados los ataques mutuos entre los ejércitos occidentales y yemenitas en los próximos días en el mar Rojo, lo cual hará esa ruta cada vez menos atractiva para las compañías navieras internacionales.
También cuestionaron el valor de esta medida para amedrentar a Saná, si tras años de guerra y ataques de Arabia Saudita a su infraestructura militar, "se han vuelto expertos en lidiar con los intentos de debilitarlos por parte de una potencia mayor", ponderó la cadena británica BBC.
Estados Unidos, el Reino Unido y otros están entrando en una batalla de determinación contra un oponente acérrimo en la guerra en su propio suelo, "más que acostumbrado a sufrir pérdidas", aseveró el medio londinense.
A criterio de un funcionario militar estadounidense, el ataque de Occidente alcanzó más de 60 objetivos en 16 sitios clave de Yemen, para lo cual utilizaron más de 100 bombas y misiles de diversos tipos.
Sin embargo, fuentes de la red Al Mayadeen confirmaron que varios de esos lugares ya fueron bombardeados decenas de veces por la coalición saudita, y por tanto no están en uso desde el comienzo de la guerra en 2015.
Entre ellos mencionaron la base aérea de Al-Dailami, los aeropuertos internacionales de Taiz y Hodeidah, el aeropuerto local de Abs y los campamentos 22 Brigada y Kahlan.