Las familias de los prisioneros israelíes bloquearon la carretera frente a los camiones con ayuda a la Franja de Gaza en la localidad de Kerem Shalem.

Según el sitio web israelí Ynet, los referidos transportes cargados de asistencia son parte de los auxilios que, bajo presión, el gobierno de ocupación está en la obligación de dejar pasar a Gaza.

Los indignados manifestaron el propósito de impedir la transferencia de socorro a Gaza hasta el regreso de los últimos prisioneros.

También acudieron a la movilización parientes de los soldados muertos durante las confrontaciones en el enclave costero y de los militares de la reserva dados de baja en el servicio.

Conforme a uno de los activistas, muchos israelíes no atacaron al gobierno a principio de la guerra porque apostaron a la devolución de sus hijos, pero las circunstancias cambiaron, reflejó el periódico estadounidense The Washington Post.

A su vez, el director del Instituto para la Democracia, Yohanan Plesner, responsabilizó a los funcionarios del gobierno por la mala gestión de la guerra y no lograr los objetivos declarados. 

Otro grupo de representantes de los familiares de los detenidos irrumpió días atrás en una sesión del Comité de Finanzas de la Knesset.

En dicha reunión, el jefe del gobierno de ocupación, Benjamín Netanyahu, reconoció la inexistencia de una agenda para devolver a sus hijos. 

Para el titular de Finanzas, Bezalel Smotrich, la liberación de los retenidos y la eliminación de Hamas es ciencia ficción.