Resistencia de Irak advierte de intento de EE.UU. de mezclar cartas
Ante el creciente llamado de las autoridades y el pueblo iraquíes para que las fuerzas estadounidense se retiren de su territorio, la Casa Blanca envió un mensaje a través de su embajadora en Bagdad, para ganar tiempo.
La Resistencia en Irak advirtió sobre el intento de los Estados Unidos de mezclar las cartas en su solicitud al gobierno para mantener conversaciones con el fin de mejorar la presencia de sus fuerzas, en medio del llamado nacional a la salida de la coalición internacional.
Mediante un comunicado, enfatizó que el propósito de esa dilación es ganar tiempo "para llevar a cabo más crímenes y planes diabólicos" con el fin de dañar al pueblo y la nación.
Según valoró, esa petición de diálogo estadounidense "no habría sido posible sin los golpes de la Resistencia y las bendiciones de la sangre de los mártires".
La Resistencia indicó que el gobierno norteamericano "solo entiende el lenguaje de la fuerza".
Del criminal enemigo estadounidense solo cabe esperar traición y tiranía, según la experiencia de los años de combate, aseveró.
En este punto, alertó de los llamados a impulsar el retiro de las fuerzas extranjeras, desde el Consejo de Representantes iraquí y con el máximo apoyo popular, para frenar el fraude estadounidense y su agenda maliciosa en la región.
Al mismo tiempo, refrendó la continuación de la respuesta de la Resistencia dirigida a efectuar operaciones contra la presencia extranjera.
En este sentido, puntualizó que ante lo engañosa de la actitud de EE.UU., es preferible posponer el diálogo sobre una supuesta retirada hasta tanto queden claras las intenciones y la seriedad del compromiso.
Para la Resistencia, las condiciones no negociables son la retirada de las tropas invasoras, eliminar del espacio aéreo iraquí sus drones y aviones de guerra, y entregar el control del Comando de Operaciones Conjuntas al lado iraquí, además de suspender la presencia de sus oficiales.
También expresaron su aprecio por las posiciones de quienes rechazan la dominación extranjera, y alertaron contra las consecuencias de otorgar inmunidad a cualquier potencia extranjera y de un compromiso del gobierno o sus servicios de seguridad para proteger a estos invasores asesinos.
"Si esto sucede, es una traición histórica a Irak y a la sangre de sus mártires", manifestó.
La agencia Reuters reveló que Estados Unidos e Irak comenzarán conversaciones sobre poner fin a la coalición militar internacional liderada por Washington en el país y cómo reemplazarla con otro tipo de relaciones bilaterales.
De acuerdo con las fuentes de la agencia, la Casa Blanca transmitió este asunto en una carta entregada por su embajadora en Irak, Alina Romanovsky, al ministro de Relaciones Exteriores, Fuad Hussein.
De ese modo, Estados Unidos eliminaría entre las condiciones previas el cese de los ataques a sus bases para iniciar las conversaciones, analizó Reuters.
Por su parte, la cancillería de Irak confirmó la recepción de una carta "importante", la cual será estudiada con cuidado por el primer ministro.
Las conversaciones deben durar varios meses, si no más, y por tanto la retirada de las fuerzas estadounidenses no es inminente, precisaron los informes.
A propósito, filtraciones recibidas por el corresponsal de Al Mayadeen en Washington aseguraron que incluso con la salida de las tropas, EE.UU. se reservará el derecho de responder a cualquier ataque.
Por su parte, el diario estadounidense Politico ponderó los informes sobre una "inminente" retirada de las fuerzas estadounidenses de Medio Oriente, en especial de Irak y Siria, a la luz de los ataques a sus bases en esos países.
Al respecto consultó cinco fuentes bien informadas, y aseguró que se habla mucho del tema, en medio del aumento de las acciones contra los enclaves, pero "no hay una orden de retirada inminente de parte del presidente estadounidense Joe Biden, o una directiva de su oficina".
Más bien hay discusiones sobre dónde se necesitan más tropas en la región, señaló el medio de prensa.
En este contexto, ratificó el vínculo entre Irak y Siria en cualquier decisión de ese tipo.
Las conversaciones sobre el futuro de la presencia militar estadounidense son ahora más urgentes tras la persistencia de Washington en apoyar la agresión israelí contra Gaza, su búsqueda para expandir el círculo de conflicto en el Medio Oriente y los crecientes llamamientos públicos del gobierno iraquí para que Estados Unidos retire sus fuerzas del país.
Estas llamadas son una importante reacción a las agresiones y ataques aéreos estadounidenses dentro de Irak, dirigidos a los líderes de las facciones de la Resistencia y al cuartel general de las fuerzas en Al-Qaim, en la frontera con Siria, y en Jurf al-Nasr, al norte de Babilonia, al sur de Bagdad.
La incorporación de la Resistencia iraquí en la epopeya Diluvio de Al-Aqsa inició el 17 de octubre, en respuesta al apoyo de Washington a la agresión israelí contra Gaza.
Desde entonces, los intereses militares estadounidenses en Irak y Siria fueron golpeados en 151 operaciones, con un saldo de al menos 70 soldados heridos, según citó Reuters al Pentágono.
Luego la Resistencia expandió el círculo de objetivos y atacó puntos claves de la entidad sionista en territorio palestino ocupado.