Fuerzas de EE.UU. amenazan paz y soberanía de Irak, afirma portavoz
Washington de manera irresponsable, repite acciones que socavan los acuerdos, menosprecian la vida de las personas y de los ciudadanos iraquíes.
El portavoz del Ejército de Irak, el general Yahya Rasul, aseguró que las fuerzas de Estados Unidos amenazan la paz interna y violan la soberanía del país, luego de llevar a cabo un "claro asesinato" mediante un ataque aéreo en una zona residencial de la capital, Bagdad.
A través de un comunicado, Rasul indicó que Washington de manera irresponsable, repite acciones que socavan los acuerdos, menosprecian la vida de las personas y de los ciudadanos iraquíes.
En este sentido, añadió que este curso de acción está empujando al gobierno iraquí más que nunca a poner fin a la misión de la coalición internacional, liderada por Estados Unidos.
A propósito, subrayó que las fuerzas extranjeras se convirtieron en un factor de inestabilidad para Irak, y amenaza con arrastrar a la nación hacia un ciclo de conflicto.
El general refrendó el compromiso de las Fuerzas Armadas con sus deberes y responsabilidades constitucionales de preservar la seguridad de los iraquíes y el territorio iraquí frente a todas las amenazas.
Un ataque aéreo estadounidense contra un vehículo civil en el este de Bagdad asesinó este miércoles al líder en las Brigadas Hizbullah-Irak, Abu Bqir Al-Saadi.
Estados Unidos asumió la responsabilidad del ataque en represalia a la muerte de soldados norteamericanos en una base en la región.
Washington lanzó hace días una agresión que afirmó que tenía como objetivo "sitios de la Guardia Revolucionaria en Irán y sus aliados", centrándose en la región de Al-Qaim y en las zonas occidentales del país, resultando en víctimas mortales.
En diciembre pasado, Estados Unidos llevó a cabo un ataque dirigido a las Brigadas de Hizbullah en Hilla, en la provincia de Babilonia, así como en el norte de Bagdad y en Jurf al-Naser al sur de la capital.
Previamente, ocho personas murieron como resultado de una incursión aérea estadounidense en Jurf al-Naser, al sur de Bagdad, en noviembre pasado.