Nuevo frente islámico global podría representar desafío para EE.UU.
La continuación de la agresión israelí en la Franja de Gaza difuminó las divisiones sectarias que predominaron en la región, consideró el investigador de la Universidad de Bristol, Toby Mathewson, citado por la revista Foreign Affairs.
Un nuevo frente islámico global podría representar el desafío más significativo para Estados Unidos como resultado de la agresión israelí contra Gaza, reflejó la revista estadounidense Foreign Affairs.
Citando al investigador de la Universidad de Bristol, Toby Mathewson, especialista en Islam global, la publicación declaró que "la continuación de la agresión en la Franja de Gaza difuminó las divisiones sectarias que predominaron en la región".
De acuerdo con Mathewson, la ofensiva en Gaza eclipsó la dimensión sectaria en la solidaridad con el pueblo palestino.
También, destacó que "la ocupación de Palestina tiene una posición especial, ya que los musulmanes están casi unidos para liberarla y la consideran un punto de encuentro común en todo el mundo islámico".
“La agresión en Gaza convirtió los sentimientos de los musulmanes en una fuerza unificada, ya que Hamas obtuvo niveles similares de apoyo transversal sectario", resaltó.
Según divulgó el medio, "desde hace casi un siglo, el apoyo a los palestinos fue un consenso entre los musulmanes sunitas y chiítas en todo el mundo.
Al mismo tiempo, añadió que "la disminución del componente sectario en el contexto palestino se suma a otros desarrollos, como la aproximación saudí-iraní en marzo de 2023 y las conversaciones en curso entre Arabia Saudita y el gobierno de Saná en Yemen, así como las dinámicas emergentes en Irak y Líbano, que disminuyeron la relevancia del factor sectario".
“Por lo tanto, el nuevo frente islámico unificado que incluye a sunitas y chiítas en el Eje de Resistencia representó un desafío que va más allá de enfrentarse a Irán y a los países en Irak, Yemen, Líbano y Siria, al cerrar la brecha sectaria en Medio Oriente", subrayó.
Al mismo tiempo, la revista precisó que "cualquier unidad nueva entre los musulmanes representa obstáculos significativos para los esfuerzos de Estados Unidos de imponer una paz de arriba a abajo que excluya a las potencias islámicas palestinas".
"La guerra en Gaza elevó el nivel de presencia del Eje de Resistencia en la región", apuntó.
Además, destacó que el apoyo de Irán y del Eje de Resistencia a Hamas llevó a un aumento en la presencia del eje en todo Medio Oriente y que es probable que Teherán y sus aliados disfruten de un mayor nivel de influencia, especialmente debido a los errores pasados y presentes cometidos por sus opositores en “Israel” y Occidente.
En cuanto a los estados árabes que apoyan a Occidente, se verán obligados a buscar cerrar la brecha cada vez mayor entre sus políticas y la simpatía de sus ciudadanos, temiendo enfrentarse a una nueva ola de levantamientos árabes, advirtió.
Consideró que es cada vez más evidente para Estados Unidos detener la escalada regional a menos que pueda asegurar un alto al fuego en Gaza, poner fin a la ocupación y, finalmente, establecer un Estado palestino viable.
En este punto, añadió que "es difícil imaginar el establecimiento de un Estado palestino, a menos que cuente con el respaldo de todas las facciones y las principales potencias regionales, incluidas Arabia Saudita y otros estados árabes, así como Turquía e Irán y las fuerzas del Eje de Resistencia".
La publicación concluyó que en ausencia de una solución justa, Medio Oriente nunca logrará una paz duradera, por lo que la alternativa es un ciclo interminable de violencia y la disminución de la influencia occidental.