Yemen da clases de guerra asimétrica a Occidente, asegura Bloomberg
Un artículo publicado por la agencia llamó a los países occidentales a interiorizar que están en un estado de guerra con los yemenitas, considerando que la cuestión más difícil es “cómo combatir este tipo de enemigo asimétrico”.
Yemen enseña a Occidente sobre la guerra asimétrica y cómo pueden reemplazar el chaleco suicida y el dispositivo explosivo con un dron suicida y un misil guiado con precisión, aseguró la agencia estadounidense Bloomberg.
Un artículo publicado por el medio llamó a los países occidentales a interiorizar que están en un estado de guerra con los yemenitas, considerando que la cuestión más difícil es “cómo combatir este tipo de enemigo asimétrico”.
El texto detalló que Saná demostró, fundamentalmente a Estados Unidos, que enfrenta desafíos cada vez mayores en dos frentes por parte de enemigos más débiles, comenzando por actores no estatales y llegando hasta Irán y Rusia.
A pesar del poder “extraordinario” del que disfrutan las flotas de portaaviones estadounidenses, según la agencia, la respuesta a estos desafíos no siempre se puede resumir en adoptar una postura más dura, trazar fronteras y establecer la disuasión, que es la estrategia estándar de Washington.
La públicación pormenorizó que el primer desafío es que los avances en la producción de misiles y drones llevaron a “la democratización de armas muy poderosas, que hasta hace poco sólo estaban disponibles para los países más ricos”.
El segundo reto, de acuerdo con el artículo, es “la creciente asimetría de las vulnerabilidades”.
Al mismo tiempo, indicó que sociedades complejas como Estados Unidos, cuyo PIB per cápita superó los 76 mil dólares a finales del año pasado, tienen más que atacar (y perder) que un país como Yemen, donde su PIB per cápita es de 650 dólares.
Por lo tanto, cuando los yemenitas interrumpen aproximadamente el 12 por ciento del transporte marítimo mundial que pasa por el estrecho de Bab al-Mandeb, esto afecta a los consumidores en Europa y a los fabricantes en Asia, pero no al país del Medio Oriente, reflexionó.
También, Saná demostró que si los petroleros se vieran obligados a cambiar a rutas más largas y caras desde el Canal de Suez, lo que provocaría precios más altos de la gasolina en los surtidores estadounidenses, los yemenitas estarían menos afectados.