Netanyahu pretende retrasar reclutamiento de jóvenes ultraortodoxos
Extender el servicio obligatorio a los judíos haredim es fuente de controversia en la política israelí desde hace años, y puede costarle al primer ministro el precario apoyo de su coalición de gobierno, si el Tribunal Supremo hace firme la medida de sancionar a los seminarios donde los estudiantes no acudan a las armas.
El primer ministro, Benjamín Netanyahu, pidió este jueves al Tribunal Supremo de "Israel" un nuevo aplazamiento de la ley sobre el deber militar obligatorio entre judíos ultraortodoxos, asunto amenazante para su coalición de gobierno.
Durante mucho tiempo, el reclutamiento de los haredim resultó una fuente de controversia en la política israelí, causante de una larga crisis que motivó cinco elecciones legislativas en menos de cuatro años.
Pero la guerra contra Gaza aún se extiende y los hombres ultraortodoxos pueden ser llamados al servicio partir del 1 de abril, ante la imposibilidad de convocar nuevamente a muchos reservistas.
Sin embargo, Netanyahu, principal impulsor de la agresión en el enclave palestino, no quiere perder el respaldo de los partidos ultraortodoxos e instó al Supremo a aplazar la medida por 30 días para presentar un plan de reclutamiento conveniente a los intereses de sus socios.
Estos judíos haredim se niegan a ser reclutados en las fuerzas israelíes por motivos doctrinales, y ante la cercanía de esa posibilidad organizaron protestas en Jerusalén (Al-Quds ocupada) bajo el lema "Preferimos morir que servir".
Por su parte, la corte emitió una orden provisional este jueves para advertir sobre sanciones financieras a los seminarios judíos si sus estudiantes sin aplazamientos o exenciones no se reportaran para el servicio militar.
El tribunal fijó una audiencia en mayo para escuchar los argumentos en contra de hacer el fallo definitivo.
Decenas de miles de reservistas fueron llamados por más tiempo del habitual durante los seis meses de agresión contra Gaza, lo cual presiona a la creciente población ultraortodoxa de las ciudades y asentamientos, hasta ahora excusada del deber militar, uno de los pilares del "estado" israelí.