El jefe de la oficina de medios del gobierno en Gaza, Salama Marouf, denunció que las áreas del norte de la Franja están expuestas a una contaminación ambiental sin precedentes. 

Marouf señaló que las repercusiones aumentan ante la acumulación de montañas de basura, cientos de fosas comunes temporales y escombros de viviendas en varias regiones, con cerca de unas 75 mil toneladas de desechos esparcidos. 

En un comunicado, el funcionario explicó que estos residuos provocaron la propagación de enfermedades infecciosas como hepatitis y afecciones de la piel, además propician la proliferación de insectos nocivos y reptiles.

Según la declaración, los olores que emanan de los cuerpos en descomposición bajo los escombros aumentan la transmisión de infecciones y afectan la dignidad humana de los mártires que no pudieron ser enterrados adecuadamente.

A este desastroso escenario se suma la proliferación de cientos de fosas comunes temporales, en las que los residentes se vieron obligados a enterrar a sus familiares por la inaccesibilidad del cementerio, puntualizó.

En este punto, comentó que estas fosas están esparcidas en las plazas, parques y jardines, y en el interior de terrenos privados de los ciudadanos, y todos ellos carecen de condiciones de seguridad ambiental.

Marouf confirmó que frecuentemente descubren fosas comunes donde la ocupación intentó ocultar a las víctimas de sus masacres enterrándolas entre montones de basura o bajo los escombros. 

La autoridad advirtió que esta situación empeora ante la incapacidad de los palestinos de hacer frente a las enormes cantidades de escombros, debido a la falta de maquinaria y equipos adecuados, así como la falta de combustible. 

En este contexto, Naciones Unidas informó que “Israel” impidió que el 41 por ciento de las misiones de ayuda llegaran al norte de Gaza en el período comprendido entre el 6 y el 12 de este mes.