Envestido en Haití Consejo de Transición Presidencial
El órgano integrado por siete miembros con derecho a voto y dos observadores, tendrá el reto de cubrir el vacío de liderazgo en la nación caribeña y tomar medidas urgentes para sacarla de una prolongada etapa de violencia extrema.
Haití cuenta desde este jueves con un Consejo Presidencial de Transición, cuyo fin es cubrir el vacío de liderazgo y tomar medidas urgentes para sacar a la nación de una prolongada etapa de violencia extrema.
La ceremonia se realizó en la Villa d'Accueil, sede oficial de la oficina del Primer ministro haitiano, ubicada en el barrio Musseau, de la capital, Puerto Príncipe.
El Consejo está integrado por nueve miembros, representantes de las diversas fuerzas políticas y sociales de esa nación caribeña, siete de ellos con derecho a voto y dos como observadores.
Tras varios meses de deterioro de las condiciones sociales, económicas y de seguridad, la violencia escaló en febrero último en Puerto Príncipe, con una oleada de ataques de bandas criminales empoderadas, hasta lograr la dimisión del ex primer ministro, Ariel Henry.
Según expertos de la Organización de Naciones Unidas, ONU, el nivel de violencia a lo largo de 2023 e inicios de 2024 llevó a 95 mil haitianos a huir de la capital, y sumió a cinco millones de personas en una "hambruna aguda".
De una población aproximada de 11,6 millones de habitantes, unos 360 mil se consideran desplazados internos, según los reportes de diversas comisiones de la ONU.
El exmandatario asumió las riendas tras el asesinato en 2021 del presidente Jovenel Moise, sin convocar a elecciones posteriores desde entonces por diversas causas.
Varios meses atrás, Henry declaró su disposición a renunciar al cargo, y habló de designar como su sucesor al ministro de Economía, Michel Patrick Boisvert, pero no abandonó el poder hasta el 11 de marzo pasado, y no fue hasta este miércoles que oficializó su salida, mediante una carta dirigida al Consejo de Ministros.
A partir de esta semana, sus funciones serán asumidas por el Consejo transitorio electo, cuyo mandato incluye lograr el consenso nacional para nombrar un primer ministro y un gobierno interinos lo antes posible.
Otra misión del Consejo será preparar y convocar para febrero de 2026 las próximas elecciones presidenciales, tras diez años del último ejercicio democrático de ese tipo en el país.
Entre los retos para lograr su cometido, el órgano deberá enfrentar el disgusto de los cabecillas de las poderosas bandas, excluídas de las negociaciones para encaminar la transición, a pesar de su demostrado control sobre zonas considerables del país.