Participación de niños en grupos armados salta más alarmas en Haití
Muchos infantes son obligados a sumarse y cumplir misiones para los grupos violentos, pero otros se unen para sobrevivir y contar con algo de protección y alimentos, ambos escasos en ese país caribeño.
Reducir la participación de niños en bandas armadas en Haití es un asunto a priorizar en la recuperación de esa sociedad, según una denuncia compartida por la organización internacional Save the Children.
Muchos infantes son obligados a sumarse y cumplir misiones para los grupos violentos, pero otros se unen para sobrevivir y contar con algo de protección y alimentos, ambos escasos en ese país caribeño.
En fecha reciente, la Comisión Nacional de Desarme, Desmovilización y Reintegración de Haití, confirmó el reclutamiento de menores para integrar las diversas pandillas, sobre todo en la capital, Puerto Príncipe.
Solo en esta capital, fueron asimilados más de 400 niños en las bandas en las últimas semanas, precisó el informe de la organización.
De hecho, casi la mitad de los miembros de muchas de esas agrupaciones para cometer delitos no tienen mayoría de edad, y no cuentan con conocimiento o respaldo para acceder a sus derechos elementales.
La pobreza generalizada, la falta de oportunidades económicas, el colapso del sistema educativo y los antecedentes familiares de integración al circuito de violencia son otras razones analizadas por la prensa local.
Entre las misiones asignadas a los niños en las bandas pueden estar la mensajería, el espionaje, la cocina, la explotación sexual, pero muchos también portan armas automáticas, pistolas y machetes, y participan en acciones criminales en sus propias comunidades.
De igual modo, la Fundación Zanmi Timoun calificó de catastrófica la situación de la infancia en Haití, víctima de la crisis económica, política y social, agravada con una situación de emergencia en cuanto a la salud y la seguridad alimentaria.
Según datos aportados por esa fundación, el año pasado vivían en Haití 207 mil niños en régimen de servidumbre doméstica, 113 mil fueron desplazados de sus barrios por la violencia de las bandas, y 500 fueron repatriados no acompañados en la frontera haitiano-dominicana, sin contar los miles de casos violados y desaparecidos.
Por su parte, el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) llamó a priorizar la seguridad de los niños en Haití y reducir su exposición a acontecimientos violentos, con peligro para su seguridad y sus vidas.
Cuanto más tiempo persiste esa situación, mayor es el riesgo de daños físicos y mentales irreversibles para esos infantes, enfatizó la Unicef en su mensaje.