Al menos 18 personas murieron y otras resultaron heridas este domingo como resultado del bombardeo de los aviones de la ocupación israelí sobre el nuevo campamento al norte del campo de Nuseirat en el centro de la Franja de Gaza.

También dirigieron ataques indiscriminados contra una vivienda en el campo de refugiados de Bureij.

Otras seis personas perdieron la vida en la incursión sionista contra una morada en la calle Yafa, del barrio de Al-Daraj, al este de la ciudad de Gaza.

Las agresiones ocurrieron en medio de una fuerte resistencia de los combatientes palestinos a las pretensiones enemigas de avanzar al interior de las localidades centrales de Gaza.

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Jabalia registró el sábado el mayor número de fallecidos en varios días tras el bombardeo a la puerta de uno de los centros de refugio, que provocó 15 muertos y más de 35 heridos, todos trasladados al hospital Kamal Adwan.

A su vez, la artillería de la ocupación apuntó a la zona de Sheikh Zayed y a la colina Qalibo, al norte de la Franja de Gaza, y los cazas embistieron las proximidades de la referida instalación sanitaria.

De acuerdo con el comisario general de la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina, Philippe Lazzarini, unas 800 mil personas, equivalente a la mitad de la población de Rafah, fueron obligadas a abandonar sus zonas de residencia debido a la operación israelí en la región.

“La afirmación de que los civiles en Gaza pueden trasladarse a áreas seguras es falsa”, subrayó Lazzarini.

En paralelo con la operación terrestre, la ocupación intensificó su agresión contra varios barrios de Rafah, donde cometió masacres contra civiles, incluidos mujeres y niños.

Desde el pasado 7 de octubre, la cifra de víctimas de la masacre israelí en Gaza ascendió a 35 mil 386  fallecidos, la mayoría niños y mujeres, y a 79 mil 366 heridos, conforme al balance anunciado por el Ministerio de Salud.