¿Puede continuar la relación especial entre EE. UU. e “Israel”?
Durante meses, algunos líderes demócratas en el Congreso y muchos votantes criticaron el comportamiento de la administración Biden en relación con el apoyo militar, financiero y político abrumador a “Israel”.
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Las trayectorias sociales y políticas a largo plazo en ambos países indican valores compartidos y el sostenimiento de la relación bilateral, incluso bajo presión.
La decisión del presidente de Estados Unidos, Joe Biden, de bloquear un gran envío de armas al ejército israelí refleja su creciente frustración con la confrontación en Gaza durante casi ocho meses.
En torno a este asunto, la revista estadounidense Foreign Affairs subrayó el aumento de la división partidista dentro de Estados Unidos respecto a “Israel".
Durante meses, algunos líderes demócratas en el Congreso y muchos votantes criticaron el comportamiento de la administración Biden en relación con el apoyo militar, financiero y político abrumador a “Tel Aviv”.
A su vez, decenas de miembros republicanos en el legislativo describieron a Biden como un peón en manos de Hamas y un mal amigo de la entidad ocupante.
La publicación destacó el cambio de realidad en el panorama político estadounidense porque donde existió un apoyo bipartidista a “Israel", hoy crece la brecha.
Por su lado, los votantes demócratas y los estadounidenses más jóvenes rechazaron la prolongada negación de “Israel” a los derechos humanos palestinos y a la autodeterminación nacional.
De acuerdo con el artículo, los republicanos y muchos conservadores religiosos aprovecharon su apoyo a “Tel Aviv”, incluido el respaldo incondicional a los gobiernos israelíes de derecha como un principio de fe y una prueba política.
A pesar del fuerte soporte de la administración de Biden a “Israel” después del 7 de octubre hasta la fecha, los sionistas muestran una preferencia significativa por Donald Trump.
Las trayectorias sociales y políticas a largo plazo en ambos países indican valores compartidos y el sostenimiento de la relación bilateral, incluso bajo presión.
El avance de las tensiones entre las partes no significa una colisión, pero plantea preguntas importantes sobre la naturaleza de la alianza en los próximos años.
Si los valores fundamentales de Estados Unidos e “Israel” están más alejados, la próxima generación de líderes en ambos países podría no verse a ellos mismos como almas gemelas.
En este caso, los intereses estratégicos compartidos garantizan la alianza, pero los nexos perderían el carácter especial del pasado.