“Israel” y EE. UU. debatieron sobre sostener una guerra sin fin
Funcionarios israelíes discutieron en Estados Unidos con altos funcionarios, periodistas, y expertos cómo manejar el frente libanés y la guerra en el Medio Oriente.
El exjefe de inteligencia militar Amos Yadlin y el exfuncionario del Consejo de Seguridad Nacional Avner Golov discutieron con altos funcionarios, periodistas, y expertos en Estados Unidos cómo manejar el frente libanés y la guerra en Medio Oriente.
De acuerdo con el Canal 12, “Israel” gestiona una guerra sin fin, sin lograr ninguno de sus objetivos en Gaza, pues tras un año de conflicto no pudieron destruir al movimiento palestino Hamas, los prisioneros no regresaron, e Hizbullah de Líbano debilita cada vez más el norte.
Los encuentros evidenciaron la incomprensión por parte de Washington de los objetivos estratégicos de “Tel Aviv” en la guerra y ve a la entidad ocupante inmersa en un conflicto interminable que desgasta su posición económica y política, sin alcanzar sus metas.
Fin de la guerra, una demanda principal
Según el medio, la admistración de Estados Unidos está comprometida con la defensa de “Israel”, pero ese respaldo no es incondicional.
Los asistentes afirmaron que una de las primeras llamadas del próximo jefe de la Casa Blanca al primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, será para pedirle terminar la guerra antes de asumir el cargo en enero.
Si “Israel” continúa con los combates enfrentará la presión de un presidente que prioriza el fin del conflicto, incluso sin el retorno de los prisioneros de Gaza.
Respecto al intercambio de prisioneros y el cese al fuego, el canal indicó que EE. UU. culpa a al líder de Hamas, Yahya Sinwar, por el fracaso del acuerdo, pero reconoció que el grupo combatiente respondió positivamente en julio a la propuesta del presidente Joe Biden.
Los participantes destacaron la preocupación en la Casa Blanca por el fracaso de las negociaciones, lo cual desencadenaría una escalada en la región. Por ello, la alternativa de los aliados podría ser retirarse de la mediación al menos hasta después del 5 de noviembre.
El medio de prensa también reveló que Washington mide cada movimiento militar o político en función de cómo afecte las probabilidades de Kamala Harris frente a Donald Trump.
Un acuerdo sobre prisioneros y un alto al fuego en Gaza benefician a Harris, mientras el fracaso sería un arma para Donald Trump contra la administración actual.
Además, el temor a una guerra regional dañaría la campaña de la demócrata, y la administración está decidida a evitarlo.
Falta de estrategia frente a Irán
En cuanto a Irán, las discusiones concluyeron que la Casa Blanca no desea entrar en un conflicto con Teherán en este momento, debido a la falta de una estrategia coherente.
Por ello, cualquier nuevo presidente deberá frenar el avance nuclear iraní y su expansión en Medio Oriente.
Los funcionarios aliados rechazaron una guerra de desgaste interminable y advirtieron al régimen sionista que, si sigue con las escaramuzas con riesgo de una guerra regional, el Pentágono no apoyará esa estrategia.
Igualmente, existe optimismo en Washington sobre la posibilidad de que el mediador Amos Hochstein logre una resolución sobre el frente libanés para mantener a Hizbullah lejos de la frontera, pero solo después de un cese al fuego en Gaza.
La administración Biden criticó al gobierno Netanyahu en tres aspectos claves: su falta de voluntad para establecer un horizonte político para los palestinos en Cisjordania y Gaza, su indiferencia hacia los civiles muertos en la guerra, y su incapacidad para controlar el terrorismo de los colonos en Cisjordania.
Previamente, un informe del Instituto de Estudios de Seguridad Nacional de “Israel” mencionó la continuación del conflicto en Gaza y evaluó si la ocupación debería expandir la guerra a otros frentes pues "los beneficios estratégicos de un desafío con Líbano superarían los daños causados".