“Israel” comete nuevas masacres contra desplazados en Rafah
La aviación genocida empleó misiles y bombas de dos mil libras contra las tiendas de los refugiados en el campamento de Barkasat, adjunto a la UNRWA, luego de declararlo zona segura e instar a la población a migrar hacia allí.
El ejército de “Israel” cometió una nueva masacre contra civiles desplazados en Rafah, al sur de la Franja de Gaza, con el bombardeo a sus tiendas de campaña instaladas en los almacenes de la Agencia de Obras Públicas y Socorro de las Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina (UNRWA).
Más tarde, la Corporación de Radiodifusión israelí divulgó esta acción como una “incursión” a una zona militar.
La oficina de medios del gobierno de Gaza detalló el bombardeo concentrado e intencional del centro de desplazamiento de Barkasat, al noroeste de la gobernación de Rafah, donde el enemigo empleó siete misiles y varias bombas gigantes de más de dos mil libras de explosivos.
Según la oficina gubernamental, la agresión provocó la muerte de decenas de heridos, incluidos algunos muy graves, lo cual indica un elevado número de mártires totales en esta masacre.
De igual modo, el Ministerio de Salud palestino confirmó la cifra alta de fallecidos y heridos como consecuencia del bombardeo al campamento, y la continuación de la búsqueda de las personas desaparecidas en el lugar.
Al mismo tiempo, lamentó la imposibilidad de transportar a los heridos restantes, pues no hay ningún hospital en la ciudad de Rafah con posibilidades de atenderlos en un número tan elevado.
Medios palestinos informaron de víctimas atrapadas aún en el campo, pues los equipos de ambulancias y de la defensa civil no logran llegar a ellos, y aún hay incendios entre los escombros, provocados por los bombardeos.
La Defensa Civil de Gaza apenas aseguró el transporte de 50 personas, entre muertos y heridos, en una zona con 100 mil desplazados.
A su vez, la Media Luna Roja Palestina informó que sus tripulaciones transportaron un gran número de afectados tras el ataque intencional a las tiendas de campaña de los desplazados, en un área bien identificada como zona humanitaria, a la cual los palestinos se vieron obligados a migrar, lo cual demuestra el carácter genocida de esas operaciones ordenadas por “Tel Aviv”.
La aviación israelí apuntó a civiles en zonas declaradas “seguras” por la propia ocupación, después de llamar a los residentes de otras áreas a refugiarse en ellas, enfatizó el Comité de Emergencia de la gobernación de Rafah.
De igual modo destacó cómo esta masacre socava todos los descargos de la ocupación sobre la garantía de áreas seguras para la población en Rafah, donde pueden estar a salvo de sus bombardeos, y refleja la insistencia israelí en las operaciones de matanza y destrucción contra palestinos.
En ese escenario, es evidente la violación de todos los derechos humanos y el irrespeto a todas las resoluciones internacionales sobre la necesidad de detener la operación militar y no dañar a los civiles en la Franja de Gaza.
De acuerdo con el Comité de Emergencia, el hecho de que la comunidad internacional, encabezada por Estados Unidos, no tomara medidas disuasorias contra el régimen sionista y le permita ignorar las decisiones del Tribunal de La Haya, representó una luz verde para provocar más matanzas y destrucción en Rafah, el último refugio de cientos de miles de gazatíes.
Facciones palestinas condenan bombardeos en centros de refugio
En 24 horas, el ejército israelí bombardeó más de 10 centros de desplazados asociados a la UNRWA en las zonas de Jabalia, Nuseirat, Gaza y Rafah, y provocó más de 190 muertes y decenas de nuevos heridos.
Según el Centro de Emergencias, hay decenas de miles de civiles desplazados, en especial niños y mujeres, en esos lugares designados por la entidad de ocupación como “zonas seguras”.
Por su parte, las facciones de la Resistencia palestina responsabilizaron a la administración estadounidense por estos actos de barbarie en la ciudad de Rafah.
El movimiento Hamas consideró este crimen un desafío, una total imprudencia y un desprecio por la decisión de la Corte Internacional de Justicia (CIJ), que exigió a “Israel” detener su agresión contra Rafah.
Además acusó al presidente Joe Biden por permitir esta masacre, brindar apoyo militar y dar luz verde para invadir Rafah, a pesar del hacinamiento de más de un millón de personas desplazadas.
El movimiento pidió la implementación inmediata y urgente de las decisiones de la CIJ y más presión de la comunidad internacional para detener esta masacre y el derramamiento de sangre civil.
Las Naciones Unidas y todas las partes relevantes deben actuar con urgencia para darle fin a la guerra de genocidio contra el pueblo palestino, insistió el mensaje de Hamas.
A su vez, el movimiento de la Yihad Islámica valoró este ataque abierto a civiles en los campamentos de la UNRWA en Rafah como una confirmación de la profundidad del fracaso militar sufrido por la ocupación en el terreno.
También declaró estos crímenes un resultado de la cobertura estadounidense, las posiciones cómplices de algunos gobiernos europeos y la debilidad de varios regímenes árabes.
Desde la perspectiva de las Brigadas Al Muyahidín, la entidad israelí trata de escapar de su fracaso frente a la firmeza y las innovaciones de la resistencia en curso, y aprovecha el silencio y la impotencia internacionales para continuar el genocidio.
Sin embargo, estos crímenes cobardes no socavarán la determinación del pueblo palestino; más bien aumentarán su compromiso de expulsar al enemigo de su tierra y destruir su ejército terrorista, enfatizó el comunicado.
El Frente Popular para la Liberación de Palestina llamó a la nación árabe, en nombre de la sangre pura de inocentes derramada, a levantarse y poner fin a la inacción, y a los países amigos a presentar quejas claras y directas contra Estados Unidos y su presidente como socios en crímenes de guerra contra el pueblo palestino.
La organización calificó el horrendo crimen de la ocupación en Rafah como una muestra expressa de su decisión de violar deliberadamente todas las leyes y convenciones, y un desafío directo a las decisiones de la CIJ, insuficientes en lo absoluto.
Asimismo, los Comités de Resistencia Popular en Palestina ratificaron la denuncia contra Washington, pues el pueblo palestino es asesinado con las armas, la decisión y el apoyo estadounidense a la entidad sionista nazi, y Biden defiende la criminalidad de sus líderes terroristas.
"Las masacres y la escalada de criminalidad del enemigo no cambiarán el hecho claro de que esta entidad se encuentra en un estado de derrota, colapso y fracaso", resaltó su comunicado.
En este punto, tildó los crímenes de Rafah como un nuevo intento de encubrir la verdad sobre la devastación de la entidad sionista, la cual “sienta las bases para su desaparición, colapso y desintegración desde dentro".