El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, evalúa si el bombardeo israelí a un campamento de desplazados en Rafah representa una violación de la línea roja establecida, lo cual aumentará la presión para cambiar su política hacia la guerra en Gaza.

Según el sitio web Axios, las fuerzas de ocupación cometieron una masacre al sur de la Franja de Gaza, la cual resultó en la muerte de al menos 45 personas, en su mayoría mujeres y niños, y dejó a decenas de heridos, en medio de fuertes condenas árabes e internacionales.

Washington dio luz verde a los israelíes para llevar a cabo una operación militar limitada en Rafah, pero debería cumplir con las advertencias estadounidenses sobre la seguridad de los civiles y el conocimiento previo de los planes de la operación.

En este contexto, la senadora demócrata Elizabeth Warren calificó de horroroso el ataque israelí a los refugiados en la zona segura.

La agresión de Netanyahu en Rafah debe detenerse, y es necesario el alto el fuego inmediato, señaló.