Congreso Nacional Árabe reafirma centralidad de causa de Palestina
La Conferencia tomó el Diluvio de Al-Aqsa como nombre de esta sesión y centró sus deliberaciones en la epopeya de la Resistencia palestina.
El Congreso Nacional Árabe reafirmó la centralidad de la causa de Palestina al concluir la 33 sesión después de tres días de discusiones en Líbano.
Con la participación de destacadas figuras políticas, mediáticas y representantes de los movimientos de Resistencia en Líbano, Irak, Yemen y Palestina, el cónclave centró sus deliberaciones en la epopeya del Diluvio de Al-Aqsa, las consecuencias estratégicas, dimensiones, efectos sobre el futuro, contribución a la configuración de un nuevo escenario internacional, además de abordar las condiciones iniciales en Gaza, Jerusalén y Cisjordania.
Primero: Palestina, la resistencia y el Diluvio de Al-Aqsa
En su declaración, el Congreso consideró que “el Diluvio de Al-Aqsa fue una respuesta legítima a la ocupación y sus crímenes en Palestina”.
Al respecto, manifestó su compromiso por hacer una contribución cualitativa a la difusión de la cultura de resistencia e impulsar sus esfuerzos hasta lograr el objetivo de derrotar la agresión sionista en las tierras árabes de Palestina, el Líbano y Siria.
Después de examinar todos los aspectos relacionados con la epopeya del Diluvio de Al-Aqsa, el Congreso envió elogios y reconocimiento a la resistencia palestina encabezada por las Brigadas Al-Qassam y Al-Quds.
Asimismo, destacó que la Corte Internacional de Justicia debe incluir en su decisión la necesidad de detener la agresión sionista en las áreas de la Franja de Gaza y todos los territorios palestinos ocupados.
Sobre este tema, exigió a la comunidad internacional y a las Naciones Unidas obligar a la ocupación a cumplir el fallo judicial.
En el documento, manifestó aprecio por Sudáfrica al llevar ante los tribunales a la ocupación sionista, elogió las posiciones de los países que rompieron relaciones diplomáticas con la entidad de ocupación como Bolivia y Colombia, y saludó las decisiones de los países que retiraron a sus embajadores de la entidad usurpadora, como Chile y Brasil.
También saludó la decisión y las posiciones de los países europeos que reconocieron el Estado de Palestina (España, Irlanda y Noruega), así como las posiciones de Barbados, Trinidad Tobago y Jamaica en la región del Caribe.
Además, elogió los esfuerzos de Argelia que anuló a la entidad sionista al querer infiltrarse en la Unión Africana.
En tanto, denunció a la administración estadounidense por su poder de veto contra resoluciones que piden el fin de la agresión en Naciones Unidas y consideró a Washington un socio pleno en las masacres, agresión y guerra genocida contra el pueblo palestino.
Segundo: La unidad de los frentes.
En cuanto a la unidad de los frentes, el Congreso sostuvo que logró un nuevo salto cualitativo a la luz del Diluvio de Al Aqsa.
Después del 7 de octubre, el eje de Resistencia pasó a la etapa de acción conjunta para resistir la agresión sionista a Gaza.
A propósito, elogió la insistencia de los líderes de la resistencia en continuar la batalla y vincular su fin con detener la agresión contra la Franja de Gaza, a pesar de todas las formas de intimidación y amenazas sionistas, estadounidenses y occidentales dirigidas a Hizbullah y el Líbano.
Tercero: Las dimensiones estratégicas y las implicaciones de la Operación del Diluvio de Al-Aqsa
Sobre las dimensiones estratégicas y las implicaciones del Diluvio de Al-Aqsa, el Congreso manifestó que la operación constituyó un revés grave y sin precedentes para el poder de la entidad sionista, que perdió su preponderancia y superioridad.
Estableció una nueva fase en la historia del conflicto con el enemigo israelí y con el proyecto de hegemonía estadounidense en la región, y provocó un cambio fundamental en la gestión de este conflicto.
Derribó la "teoría de la seguridad israelí" basada en los principios de disuasión, alerta temprana y capacidad de decidir y defender, y con ella cayó también la idea de un "refugio seguro para los judíos" y asestó un duro golpe a los proyectos de normalización en el mundo árabe y en el mundo islámico.
Cuarto: El movimiento popular árabe e internacional para apoyar y liberar a Palestina
El Congreso reconoció que el Diluvio de Al-Aqsa y la firmeza de la resistencia palestina en la Franja de Gaza lograron un gran avance en la opinión pública mundial en general y en la opinión occidental en particular.
A la vez, apreció los esfuerzos de promoción y defensa realizados por profesores y estudiantes universitarios en América y Europa, y los consideró una expresión sincera de un cambio fundamental en el estado de ánimo y la conciencia occidentales.
Quinto: Medios de comunicación
La operación del Diluvio de Al-Aqsa, y antes de ella la guerra de julio de 2006, subrayaron la importancia de los medios y los nuevos medios a la hora de formular la imagen mental, moldear la conciencia de la gente, determinar sus inclinaciones y tendencias y construir sus posiciones. Los medios y los nuevos medios desempeñaron un papel importante durante el Diluvio de Al-Aqsa y la agresión israelí a Gaza.
Sexto: Boicot y resistencia a la normalización
El boicot y la resistencia a la normalización se consideran una de las herramientas de acción y confrontación política en la lucha de la nación contra el enemigo. La conferencia acompañó los esfuerzos árabes e internacionales, cuya eficacia aumentó después de la agresión israelí a Gaza. Los esfuerzos de los sistemas árabe e internacional que trabajan para combatir la normalización y ampliar y fortalecer las áreas de boicot.
Séptimo: Siria
El Congreso reafirmó su posición de apoyo a la unidad, el arabismo y la independencia de Siria, su seguridad y estabilidad, y el fortalecimiento de su soberanía y la unidad de su sociedad y territorio.
Renovó su rechazo a la ocupación de tierras sirias por parte de Estados Unidos, “Israel” y Turquía, y confirmó su rechazo al proyecto de judaizar el Golán.
El Congreso renovó su rechazo al bloqueo y las sanciones occidentales impuestas a Siria, que han dañado la vida del pueblo y pidió a los países árabes y a sus gobiernos que asuman todas sus responsabilidades en el apoyo a Siria.
También exigió la activación del Comité Popular Árabe Internacional para romper el asedio y derrocar la Ley César.
Octavo: Sudán
El Congreso instó en la necesidad de proporcionar apoyo árabe oficial y popular al pueblo y al Estado sudaneses frente al genocidio y la limpieza étnica a los que está siendo sometido el pueblo, y a los crímenes de guerra cometidos por las Fuerzas de Apoyo Rápido contra ellos.
Noveno: Libertad de los presos y detenidos de conciencia
El Congreso pidió la liberación de los prisioneros palestinos de las cárceles de la entidad sionista, así como de todos los detenidos de conciencia en el mundo árabe.