El anuncio del descubrimiento de los cuerpos de cuatro prisioneros israelíes en la Franja de Gaza renovó la presión sobre el gobierno del ente ocupante para que acepte un acuerdo de alto el fuego con Hamas, reconoció The Washington Post.

Señaló que las repercusiones de la muerte de los prisioneros dominaron durante la jornada las portadas de los periódicos israelíes, y columnistas de alto nivel dijeron que se deberían haber hecho más esfuerzos para su rescate.

Nadav Eyal escribió en el periódico Yedioth Ahronoth: “Sus muertes no son el resultado de una oportunidad perdida. Son el resultado de una administración fallida, horrible y negligente”. Denunció que los prisioneros “murieron a la espera del ejército israelí que nunca llegó”.

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En el diario Maariv, el escritor Ben Caspit describió a Benjamín Netanyahu como “un primer ministro en una encrucijada”.

Al respecto, señaló que el jefe del gobierno sionista “finalmente se vio obligado a elegir entre mantener su coalición política de línea dura o poner fin a la guerra, un paso que sus partidarios de derecha consideran una victoria para Hamas”.

“Las pelotas con las que ha hecho malabarismos durante tanto tiempo le caen ahora en la cabeza”, dijo Caspit y advirtió que Netanyahu “tiene que tomar una decisión real”.

The Washington Post manifestó que la muerte de los cuatro prisioneros significa que más de un tercio aún detenidos en Gaza (43 de 124) han sido confirmados como muertos, según la propia oficina del primer ministro de “Israel”.